México se alistaba rápidamente para poder salir a la ciudad, se puso unos pantalones negros que le quedaban grandes, un abrigo del mismo color e igual de largo, un sombrero negro y unos lentes de sol oscuros, parecía que estaba de luto. Le habían dicho que se vistiera así para que no fuera identificado y no causara escándalo entre los pobladores rusos. No le molestaba en lo absoluto, con tal de poder salir le era suficiente.Bajó casi corriendo las escaleras tratando de no caerse rumbo a la entrada del palacio, donde Rusia lo esperaba mientras fumaba un cigarrillo.
– ¿Ya estás listo? – preguntó Rusia dándole la última calada al cigarro.
– Sí.– respondió entusiasmado.
El eslavo dejó salir el humo y tiró el tabaco al suelo para después pisarlo.
– ¿Vienes?– dijo antes de salir del castillo en dirección a su siguiente destino.
México lo siguió con emoción tratando de seguirle el paso.
El día estaba nublado y el viento era frío, había nieve por todos lados. A decir verdad, no era el clima perfecto para salir, pero de igual forma era agradable.
Pasaron por el enorme jardín con caminitos de piedra y flores de todo tipo, alguno que otro animalito como gatos o conejos se les cruzaba en el camino.
Tuvieron la sorpresa de encontrarse a Ucrania en el camino junto a Lituania, quien estaba en una silla de ruedas.
– Oh, no esperaba encontrarlos por aquí, y menos juntos.– bromeó la ucraniana.– vaya, Mex, que atuendo tan... estrambótico.
México rió ante el comentario, definitivamente no era su estilo.
– Iremos a una galería, estoy seguro de que no tardaremos.– mencionó el hispano con una gran sonrisa.
Enfocó su atención hacia Lituania, su vista no estaba enfocada en ningún punto fijo, estaba perdida en su propio mundo, incluso parecía que se encontraba más muerta que viva. Le causaba escalofríos.
Ucrania se percató de la mirada confusa del mexicano, no recordaba haberlos presentado en ningún momento. Rusia sólo se mantuvo en silencio.
– Mex, ella es Lituania.– los presentó mientra empujaba un poco más la silla de ruedas para estar más cerca.- Lituania, él es México, saluda.
El mexicano saludó con la mano, pero no obtuvo respuesta, la lituana seguía perdida en quién sabe dónde. El ambiente se volvió algo incómodo.
– Bueno, supongo que ya tienen que irse.– dijo Ucrania con un tono triste en su voz, el ver a su hermana en ese estado le rompía el corazón.– no les quito más tiempo.
México asintió sin decir nada más, sabía que no era normal el comportamiento de Lituania, algo grave pasó para que se volviera de esa manera.
– ¡Serpiente!– gritó la lituana de la nada, cosa que asustó a México y a Ucrania, y llamó la atención de Rusia.– ¡Serpiente!
La ucraniana se puso nerviosa, contagiando al latino también.
– No...no te asustes, a veces dice cosas sin sentido.– Ucrania trató de calmar a su hermana.– la llevaré adentro, ustedes váyanse, no se preocupen.
Inmediatamente, jaló con rapidez la silla para regresar al castillo, dejando a ambas naciones desconcertadas.
Rusia suspiró, ya hablaría con Ucrania acerca de la situación con Lituania. Decidió no darle tanta importancia, por lo que reanudó su caminata.
México lo siguió aún desconcertado y con bastantes preguntas.
– El lugar no está muy lejos de aquí; así que iremos caminando.– comentó Rusia mientras se incorporaban a las densas calles de Moscú.
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⚜︎𝒀𝒆𝒂𝒓𝒔 𝒐𝒇 𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆⚜︎ [𝑅𝑢𝑠𝑚𝑒𝑥]
Fanfiction─────────ೋღ 🌺 ღೋ───────── ↻ ◁ II ▷ ↺ - ¿Seguro que no quieres irte?- preguntó Rusia con angustia en su voz. No permitiría que nadie más muriera a manos del estadounidense, y mucho menos la persona que más amaba. - No, me quedaré contigo hasta el fi...