Blue Bus [JongSang]

3

—No puedo creer que por tu culpa, ahora tenga que tomar el estúpido autobús durante un mes.

—Disculpa, pero tengo que preguntar otra vez —comentó YunHo con una sonrisa—. ¿Cómo es eso mi culpa?

—Porque metiste tu lengua en la tráquea de MinGi a solo horas de conocerlo —bufó mientras se cruzaba de brazos y se hundía un poco más en el asiento del bus—. Eres realmente increíble —se quejó.

YunHo se carcajeó y entonces acercó su rostro al de su malhumorado amigo.

—Para empezar, mi lengua no estuvo en la tráquea de nadie, muchas gracias por tener esa confianza en mí —se burló—. Solo jugué a ser coqueto y quedamos de vernos otra vez —se encogió de hombros y suspiró—. Y bueno... Su cerebro se apagó, así que fue fácil hacerte creer que algo más había pasado.

JongHo se deshizo de su expresión ofuscada para darle paso a la sorpresa y terminar finalmente en una especie de berrinche.

—Entonces... ¿No se besaron? —preguntó incrédulo.

Su amigo simplemente negó sin dejar de sonreír.

—¿Por quién me tomas? —cuestionó sin perder el toque de diversión en su voz—. Es lindo, pero eso no basta para impresionarme.

—Pero... creí...

—Bueno, creíste mal —aseguró—. Después de todo, Yeo tenía razón, es muy divertido verte hacer berrinches en el transporte público.

Momento ¿Yeo?

—¿Qué tiene que ver YeoSang en esta conversación?

—Él me habló de la apuesta que ustedes dos hicieron poniendo en duda mi honor, yo soy quien debería estar molesto ¿qué clase de mejor amigo eres?

—Creí que YeoSang era tu nuevo mejor amigo —refutó volviendo a cruzarse de brazos.

—Después de saber que apostaste a costa mía, bueno, sí, lo es —aseguró risueño—. Al menos él tuvo la decencia de decírmelo.

Claro, el muy tramposo...

—Y tú te sacrificaste para ayudarlo —dijo rodando los ojos, luciendo fastidiado.

O al menos, así fue hasta que el autobús se detuvo, dando paso a una nueva tanda de pasajeros, entre ellos, cierto rubio que parecía haber puesto su mundo de cabeza desde que apareció en su vida hace menos de una semana.

—Ahí viene el responsable de tu calvario, ahora puedes quejarte a gusto —comentó YunHo sin abandonar su gesto juguetón mientras alzaba su mano para llamar la atención de su amigo.

YeoSang sonrió algo tímido en cuanto los vio y entre leves inclinaciones y disculpas murmuradas, se hizo camino hacia ellos hasta poder quedar frente al par de amigos que ya se encontraban sentados.

—Buen día —saludó con una ligera y encantadora sonrisa—. Veo que alguien optó por el autobús esta mañana —si bien su expresión era tranquila e inocente, su tono de dejaba entrever claramente que se estaba burlando.

JongHo solo se hundió más en su asiento y profundizó su ceño fruncido.

—Lleva haciendo berrinche desde que subimos, así que por favor, Yeo bonito, haz que con tu encantadora presencia cambie ese mal humor —acotó YunHo.

—No estoy de mal humor.

—Dile eso a tu cara, creo que no se ha enterado —sumó YeoSang, consiguiendo una mirada acusadora, lo que solo le hizo reír.