La mujer del anillo

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Bedelia se encontraba sentada frente a su cama, bebiendo una copa de vino, vistiendo un vestido rojo obscuro y blazer negro, con el cabello suelto, toda una belleza rebosante de elegancia y clase, esos eran los atributos de los que Hannibal se había enamorado en primer lugar, pero ahora, después de tres años sin verla y con Will en sus pensamientos, todas las cualidades de Bedelia parecían planas y sin gracia

- Bedelia...lo siento ¿llevas mucho tiempo aquí? - pregunto Hannibal mientras se levantaba de la cama y arreglaba su ropa

- solo unos minutos, a decir verdad, acabo de regresar -

Hannibal se acercó hasta ella y deposito un pequeño beso en si mejilla, noto además que en su mano llevaba el anillo de compromiso, Hannibal ni siquiera lo llevaba puesto, había dejado de usarlo hace mucho y ahora se encontraba reposando en su mesa de noche

- quise dejarte descansar, imagino debes estar muy cansado por el viaje -

- no sabia que lo estaba hasta que me recosté, apenas llegue mamá, Mischa y tus padres me llenaron de detalles y preguntas sobre la boda -

- lo imagino, he estado viviendo esa situación las últimas semanas, organizar una boda resulta un proceso tardado y laborioso, peor aún con mi doctorado y una tesis en curso -

- lamento haberte dejado todo este problema a tu sola -

- bueno, intente sugerir contratar a un organizador de bodas para ahorrarnos todo el trabajo, pero tanto mis padres como los tuyos se negaron, alegaron que una boda es un evento tan íntimo e importante que los novios deben estar al frente de ello, costumbres, ya sabes -

Hannibal asintió, se sentia mal con Bedelia por tomar su tiempo a la organización de una boda fallida, pero no había llegado tan lejos para arrepentirse en el último minuto, ese era el momento para el que se había preparado

- ¿paso algo en New York? -

- ¿algo? -

- de repente dejaste de llamarme con la misma constancia del principio, después me enteré por terceras personas que habías mantenido contacto con tu primo Nigel, que habías ido a la playa con él  y otros amigos...eso me pareció extraño, no es que nunca me dijeras que Nigel te agrada siquiera-

Bedelia tan intuitiva, era claro que ella sería la primera en sospechar que algo no andaba bien

- Bedelia... - Hannibal se sento junto a ella - yo no se como decir esto, no es fácil -

- ... -

- pero quiero cancelar nuestro compromiso -

Hubo un rotundo silencio entre ambos, Hannibal intento buscar la mirada de Bedelia para buscar una reacción en sus ojos, ira, dolor, decepción,  cualquier cosa que le dijera como se sentía, pero Bedelia seguía con ese semblante tan frío como el hielo, sin expresión, solo mirando su copa de vino de forma reflexiva

- Bedelia...yo -

- ¿sabes en la cantidad de problemas que te meterás por esto? - dijo - tu padre se molestara, tu madre llorara, seremos la comidilla de todos por meses, puede que por años, correrán rumores sobre nosotros y que salió mal -

- lo siento por eso -

- espero que quien sea la persona por la que me estas cambiando, valga al menos la pena -

- ¿por que piensas que es por alguien más? -

- por favor Hannibal, no me trates de idiota, ya no  te comunicabas conmigo, estabas distante, me saludaste con un beso en la mejilla después de no vernos en años y ni siquiera llevas el anillo puesto, puedo ver que no lo has usado en meses -

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