Lejanos satélites y estrellas

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Adam se limpio las palmas de las manos por enésima en su pantalón, de nuevo estaba sudando por los nervios y su corazón latía como si quisiera escapar de su pecho, tantas emociones lo hacían sentir abrumado, empezando a arrepentirse de aceptar esa reunión en primer lugar, se trataba de Nigel, si, alguien con quien había llegado a formar un vínculo e incluso llego a sentirse cómodo en su presencia, pero ahora, después de más de un mes sin verse ni hablarse y con el asunto de la traición en medio, Adam sentia como si fuera a hablar en público frente a un montón de desconocidos, siguió caminando apresurado mientras miraba al piso, viendo solo sus pies avanzar, entonces se detuvo, supo que había llegado al lugar acordado, levantó la mirada y ahí sentado a unos metros, justo en la banca de siempre se encontraba Nigel, vistiendo su camisa negra y pantalones oscuros, tan varonil y guapo como siempre, tan imponente que hizo a Adam temblar, ya ni siquiera estaba seguro de poder hablar con él sin derrumbarse a sus pies, había subestimado la situación engañandose con una falsa confianza y madurez, las palabras de aliento de Harlan le parecían ahora insuficientes

¿Cómo podría enfrentar a Nigel?

¿Cómo podría siquiera hablar con él sin que su voluntad se rompiera?

Todo esto había sido un gran error, la confianza de Adam desapareció de un momento a otro y pensó en huir, regresar a casa y esconderse en su habitación que era su lugar seguro, tal vez ver el documental 31, planetas con atmósferas gaseosas

Júpiter, saturno, urano y neptuno
Júpiter, saturno, urano y neptuno...

Adam los repitió en su cabeza, tratando de recordar sus masas, sus densidades, distancia entre uno y otro, con cuantas lunas contaba cada uno y el nombre de estas, se dio la vuelta para regresar cuándo una voz lo detuvo

- Adam...¿Adam estas bien? -

Adam reacciono, Nigel se encontraba parado frente a él, al parecer se había levantado de la banca y había caminado hasta él mientras el divagaba dentro de su cabeza

- ¿Adam? Te ves alterado - dijo Nigel - ven, vamos a sentarnos -

Nigel estiro su mano para tomar la de Adam y llevarlo a su banca pero en una acción reflejo Adam la hizo a un lado, fue extraño, ambos se quedaron unos segundos en medio de un silencio incómodo, hasta que Nigel habló

- bien...vamos -

Adam camino tras de Nigel con la cabeza abajo, viendo sus zapatos, se sentaron y Nigel empezó a hablar, decia algo, pero Adam no podía escucharlo, su cabeza estaba saturada

"Saturno tiene 24 satélites, sus nombres son:
Japeto
Dione
Tetis
Calipso
Pollux
Dione... repetido
Telesto
Rea
Japeto...no, ese ya lo había dicho
Antea
Helena
Dione... de nuevo"

No podía recordarlos a todos, era tonto, él había aprendido sus nombres desde la primaria, los 24 completos, incluso se los habia enseñado a Will, su mamá le puso una estrella dorada en la frente y  su papá le revolvio cariñosamente el cabello, era tan frustante que pudo ver como las lágrimas caían al suelo y sobre sus zapatos

- ¿Adam? -

- ¿por qué?... - dijo con un molesto nudo en la garganta - ¿por qué si nunca te interese de verdad seguiste tratandome como si así fuera? -

- Adam...yo -

- te dije lo que sentía por ti aun sabiendo que era muy difícil que me correspondieras, pero no me importaba que no lo hicieras, yo solo queria ser sincero contigo -

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