Recuerdos dolorosos

530 68 3
                                    


"- ¿ a donde vamos mamá? -

- vamos a que conozcas a tu padre -

- ¿a papá? -

- si, amor...así es -

- ... -

- ¿que pasa con esa carita? -

- ¿por qué papá nunca nos visito en Bucarest? -

- bueno... él es un hombre muy ocupado -

- ¿y crees que...nos reciba? -

- ¡por supuesto! Él es un buen hombre...solo que siempre está ocupado, pero ya lo conocerás, no puedo esperar a que lo veas  - "

Estaba cansado por el largo viaje, pero no podía descansar, vaya, ni siquiera quería estar ahí, pero Will había sido muy claro en su demanda para volver a permitirle hablar con Adam, así que si Nigel se había metido a ese infierno, era únicamente por la promesa de volver a ver a su ángel, unos suaves toques a su puerta lo alertaron,  gruñó un poco y fue hasta la puerta abriéndola de mala gana

- buenas tardes, Nigel -

- Chiyoh...que "encanto" - dijo con claro sarcasmo

- ¿ya has descansado? Sir Robertus solicita tu presencia en su despacho -

Nigel puso los ojos en blanco

- vamos...vamos de una maldita vez -

Iría, mejor acabar con ese problema en ese momento, Nigel salio de su habitación caminando detrás de la mujer, largos y largos pasillos llenos de fotografías de hombres más estirados que el anterior,  parecían reyes y príncipes, parecían unos hijos de puta también, llegaron por fin a un despacho con las puertas de roble, altas y majestuosas, Nigel contuvo la respiración,  recordaba esas puertas, recordaba a su pequeño yo escuchar gritos a través de ellas

"-¡¡lárgate, tu y ese bastardo no tienen nada que hacer aquí!! -

- Pero amor, él es tu hijo, nuestro hijo...-

- no, no te atrevas ni a repetirlo, yo nunca quise a ese mocoso, te lo dije desde el principio...te di la oportunidad de librarte de él, pero preferiste desaprovecharla -

- ¡no iba a matar a nuestro hijo! Él es la prueba viviente de nuestro amor -

- ¡un error! Eso es lo que és ¿dime cuanto quieres para dejarme en paz?-

-¡no quiero tu dinero! Te quiero a ti, quiero que estemos juntos como una familia feliz, tu, yo y nuestro hijo -

- eso nunca pasará ¿entiendes? NUNCA, fuiste solo una aventura, un desliz...¡acéptalo! Yo nunca me casaría con una sirvienta, ahora tengo una esposa, una mujer con clase y elegancia que me dará hijos dignos -

- pe...pero -

- pero nada, estoy harto de ti, de tus acosos, de ese bastardo...vete, vete y nunca vuelvas a poner un pie en esta casa -

Las puertas se abrieron dejando salir la imponente  figura de Robertus Lecter, todo soberbia y orgullo, miró al niño que estaba fuera de su despacho, sus miradas se cruzaron un segundo antes de que Robertus lo ignorará y siguiera caminando, Nigel miró al interior del despacho, su madre lloraba arrodillada en el suelo, desconsolada y cubriendo su rostro "

Efectos secundarios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora