Taza De Cereal

1

Las dos yacían en el suelo, ambas agotadas. Tuvieron un largo día en donde Caine se encargó de generar problemas por entretenimiento.
Pasaron varias 'lunas' una forma más linda de llamarle "días" para no desesperarse por el artificial pasar de los días; finalmente por el efecto del tiempo, el pequeño bufón se tranquilizó, aunque el asunto de la puerta de exit no cambiaba, así que seguía con esas reacciones histéricas y nerviosas de todos los días.

Por suerte para ella, se había aventurado a explayarse, abriendo un pequeño círculo social amistoso con sus compañeros, algo que le mantenía más alegre. Los chicos fueron menos crueles con ella después de diez lunas, solo necesitaban acostumbrarse. La corrupción del anterior payaso era reciente, lo que representaba una pequeña dificultad. Ragatha por caso contrario con los demás, siempre fue amigable y atenta, quizás por ser uno de los miembros más antiguos tendía a tener más empatia, aunque si fuera así la pieza de ajedrez parlante también lo sería, pero son pequeños huecos argumentales que no quería dedicarse a rellenar, tan solo terminaron siendo más cercanas.

—Pompón —nerviosa, giró la cabeza hacía ella, se había sumergido en sus pensamientos por minutos, ni siquiera había escuchado ni la mitad de lo que le estaba contando, tanto así que apenas se dió cuenta del nuevo apodo

Ragatha siempre fue enormemente comprensiva con la chica nueva, los primeros días eran horribles, tener pequeños pasajes de alucinaciones debido a la transición de cuerpo-mente al mundo digital daban como efecto pequeños recuerdos borrosos.

—Sé lo que se sentía tener una mejor amiga —aullentó el silencio conforme iba sacando un nuevo tema de conversación—. Por eso me sentía vacía, sé lo que es tener compañía de seres queridos, saber que ellos ya no estarían conmigo me mataba

Apoyó sus delicadas manos de tela sobre su pecho, entrelazando sus dedos.

—Irónicamente, no sé quiénes eran esas personas o como definirte ciertas relaciones.

El bufón asentía, comprendía a medias lo que sentía, pero ella apenas recordaba siquiera cómo era su vida, cuales eran sus movidas o si tenía a alguien en su vida. No era triste, era vacío.
—Por eso me gusta estar contigo. Me recuerdas que era tener a un ser querido, a una mejor amiga.

Soltó una pequeña risita, no sabía por qué le estaba contando eso, pero le hacía sentir comprendida y a la vez, querida. Sentimiento que por supuesto, lo anhelaba.

—¿Por qué estás diciéndome todo esto? —Cuestionó a la muñeca de trapo, a su vez que iba dándose la vuelta para mirarla mejor.

Ragatha la imitó, mirándose ambas mutuamente.

—Porque claramente te ves muy distraída, ¿No es por eso?

Hizo una mueca, no sabía por qué estaba distraída y torpe, generalmente se tomaba su tiempo para escucharla, como lo hacía con todos.

—No lo sé, quizás solo necesito descansar. Hoy fue muy abrumador.

Pasaron aproximadamente 36 lunas desde que Pomni llegó al circo, desde ese entonces todo parecía más "tranquilo" en cuanto al pequeño elenco que conformaba nuestro entretenimiento audiovisual. Realmente todos se llevaban un poquito mejor desde ese entonces, pequeño detalle que a Ragatha no se le escapó.

—Deberías... —se sentó, limpiando y acomodando su vestido. —¿Nos vemos mañana en el mismo lugar a la mism— fue interrumpida.

—¿No ibas a quedarte a dormir? —sin ganas de disimular, le preguntó. Supuestamente ambas harían una pijamada, misma que fue propuesta por Ragatha.

—Oh, claro... —tartamudeó, la pregunta la tomó por sorpresa. —Creí que necesitabas descansar.

Pomni sonrió, por lo que la muñeca de trapo atendió a su duda y volvió a echarse al suelo. Esta vez mirando al techo.

—Creo que me siento mal, no sé por qué —la muñeca volteó a verla, y era evidente. Estaba más callada de lo normal y no dejaba de jugar con sus dedos. Se dio la vuelta abriendo los brazos.

Como si fuera clarisimo, el pequeño bufón se arrastró hacia ella, terminando rodeada por sus brazos, apoyando su cuerpo contra el suyo, sintiendo calidez. Es el único sentido que puede existir artificialmente dentro de este mundo, así que lo explotaban al máximo.

—¿Sabes? Creí por semanas que eras un payaso, pero después de oír un chiste de Jax me di cuenta que eras un bufón.

Ambas rieron.

—¡Que feo modo de enterarse! —burlona, la castaña respondió. —Lo bueno de ser un bufón es que somos unos privilegiados —se movió para un costado, quedando de cucharita.

Ragatha tardó en atender la respuesta de su contraria, la posición la embobó por segundos.

—Ah... ¿Sí? Nunca le encontré mucha diferencia, los dos tienen el mismo propósito.

—Son geniales, podían burlarse del rey sin recibir castigo alguno, tenían muy buena paga y un muy buen trato, además de que tenían hospedaje permanente. —casi con orgullo iba argumentando su respuesta.

Ragatha sonrió, tenía a una cosita parlanchina entre sus brazos y no sabía cómo actuar a consecuencia.

—Prefiero los payasos, los bufones son muy extraños.

—¿Sabes que tu mejor amiga es uno?

La muñeca balbuceo, despegandose de ella para poder verla y confrontarla.

—¿Estas poniendote tú solita en el puesto de "mejor amiga"? Que tierna, Pom —ambas rieron, Pomni se dió nuevamente la vuelta, rodeando el cuerpo de Ragatha con sus cortos brazos. Exactamente no sentía la textura de la tela de su vestido, tampoco sentía el calor corporal. Pero podía sentirla. Es difícil de explicar, pero una vez que se entiende es comprensible el hecho de que estas 2 siempre estén pegadas.

Ragatha no tardó en levantarse, dándole una mano a Pomni para ayudarla a realizar el mismo acto. Ambas fueron a la cama, aunque por supuesto una debía dormir en el suelo con una almohada y cobija como acompañante; simplemente era por comodidad, la cama no era lo suficientemente grande como para compartirla por más que quisieran, obviamente, en secreto de forma individual.

Créditos al artista (twobluecolors) en Twitter :)

¡Finalmente este capítulo está totalmente finalizado! Sin necesidad de ningún tipo de edición.