Lo recuerdo bien, el dueño me dijo que podía darme esos 7 días de permiso, pregunte al respecto de que si no debía de consultar con su familia antes de decidirlo y su respuesta fue algo que me dejó pensando
"Y ellos por qué? Yo soy el dueño, si necesitas 7 días, te doy los 7 días desde ya"
Es extraño como funciona esto, aunque lo vean como algo simple, ya que el nieto es un tipo de administrador y su hija una trabajadora que hasta el momento, han hecho lo que se les venga en gana, esto es nuevo y tiene razón en algo.
Es el dueño desde que ese lugar se levantó y seguirá siendo hasta el final.
Cuando el resto se entero de que me iba a desaparecer por 7 días, quedaron bocas abiertas, era la primera vez que lo escuchaban después de todo y los 7 días asegurados ya tenía más de dos semanas desde que hable con el dueño.
Con esos días anunciados y seguros, solo quedaba una cosa.
Planear esta salida.
Obviamente se lo conté a Urata, queda por demás recalcar que se emocionó más de lo que acostumbra, pero decir que todo fue perfecto después de eso, seria una mentira.
Invite a mis padres a este viaje, un poco de aire limpio no era mala idea, el problema fue que los invité por separado, cuando mi papá se entero que mi madre iría, no le vio problema, cuando mi madre se entero que mi padre iría, el caos se desató.
Y no digo que ambas sean buenas personas entre sí.
No, tienen o tuvieron cosas que los hicieron ser lo que son ahora.
Pues después de la noticia, mi madre se encargo de bajar mis planes y regresarme al mundo real de la forma más dolorosa posible.
"Ese nos va a dejar plantados"
"De seguro se pondrá a beber con sus hermanos de allá"
"Por gusto, nos va a malograr el viaje"
-voy solo entonces-
"Jaja y en donde te vas a quedar?"
"Esa prima que me cuentas, tendrá espacio para ti?"
"De seguro ni siquiera vas a salir"
"Ese amigo tuyo esta estudiando, te va a dejar plantado"
"Quien asegura que tenga tiempo"
Y todo eso fue un día antes de iniciar mis 7 días de permiso.
Después de haber llorado por la caída de palabras, bastante realistas, creí que fue un error pedir algo de tiempo para respirar y visitar a las dos personas que hicieron de mi vida un lugar tranquilo durante el tiempo que estuve allá, intentando ser alguien.
No se lo conté a nadie, obviamente.
Me despedí de mis compañeros de trabajo, de la chica que me reemplazaría y le asegure que le iba a traer pan.
Pero siendo sinceros, con ese moretón en el alma, no estaba seguro de si iba a realizar tal viaje.
Urata ya tenía los días contados, a pesar de sus clases pesadas, tenía algo de tiempo para hablar sobre eso.
Que haríamos, a donde iríamos, de que podríamos hablar, etc, etc, etc.
Dos días las pase en casa, esperaba que mis padres dieran esa iniciativa de que podíamos ir los 3 y nada de eso pasó y supe que difícilmente pasaría, porque cuando el segundo día iba a concluir, mi madre entro a mi cuarto, y me invitó a ir a otro lugar, incluso cuando le comenté que mañana iría de viaje.