#5

611 56 11
                                    

El sol salió dando sus primeros rayos de luz, los pájaros empezaron a cantar y el mundo empezó a sonar poco a poco, junto con eso una alarma empezó a sonar.

Bakugo empezó a abrir sus ojos lentamente mientras intentaba apagar aquella alarma. Aún dormido estiro su mano e intentó encontrar aquel celular para apagar la alarma. Después de unos segundos seguía sin lograr hallar el celular.

—Maldita sea, ¿dónde carajos está esa irritante alarma?—Se levantó molesto mientras buscaba la alarma.
—¡Ajá! Aquí estás maldita.—Apagó la alarma y miro el celular.

—¿Que?....

Bakugo se había dado cuenta que ese no era su celular, que esa no era su cama, ni su habitación, menos su casa... ¿Tan siquiera estaba dentro del país?

—Buenos días, abogado Bakugo.—Izuku entro a la habitación.— Veo que ya despertó, ¿Gusta ca-

Antes que pudiera terminar de hablar Bakugo ya estaba arriba de el atacandolo.

—¡¿QUE MIERDA ME HICISTE, MALDITO BASTARDO?! ¡¿DONDE ESTOY!? EH, RESPONDE IDIOTA!—Katsuki tiro al piso a Izuku y lo empezó a ahorcar.

—Y-Yo n-no puedo r-respirar—Dijo entre quejidos mientras intentaba apartar las manos de Bakugo.—M-Maldita sea.—Apretó el puño de una de sus manos y con todas sus fuerzas le dio un puñetazo en la cara para que pudiera reaccionar y lo soltara.

Bakugo al recibir el golpe reaccionó y se dió cuenta de a quién estaba atacando e inmediatamente lo soltó.

Izuku empezó a toser mientras recuperaba el aliento.

—P-Perdon si lo asusté, no f-fue mi intención.—Se empezó a tocar el cuello mientras tragaba un poco de saliva.—De verdad es muy fuerte, jaja. Hasta creí que iba a morir.—dijo entre pequeñas sonrisas.

Katsuki solo lo miraba desconcertado.
—Lo siento, fue una reacción automática.—Terminó por decir.—¿Puedo saber cómo carajos llegué aquí?

Izuku se levantó del piso y se sacudió.

—Es una larga historia, pero básicamente usted me marco en la madrugada, empezó a decir cosas sin sentido y sonaba muy borracho, me preocupe así que fui y lo busque, pero al no saber dónde vivía no me quedó otra opción más que traerlo a mi casa.

—Tsk, ya veo. Entonces ya me retiro.—Se aseguró de tener todo en sus bolsillos y salió de la habitación.

—¿Que? Espere, no- ¿Que? ¿Solo se va ir así como si nada?—Le preguntó mientras lo seguía por detrás.

—¿Entonces que quieres? ¿Que me quedé a vivir aquí?—siguió caminando hasta que llegó a la puerta.
—Escucha una cosa, y que te quede muy claro.—Lo volteo a ver con una mirada fría.—No vuelvas a verme, mucho menos visitarme fuera de las fechas y de los horarios establecidos para vernos. Tampoco me hables para otra cosa que no sea tu caso. Aquí tu y yo solo somos abogado y cliente, nada más. ¿Entiendes?

—Lo entiendo, disculpe las molestias.—Dio una reverencia.

Bakugo solo lo vio molesto para después salir y cerrar fuertemente la puerta.

—Creo que ya estoy jodido.—Dijo Izuku mientras veía la puerta cerrarse.

...


Eran aproximadamente las 6 de la tarde, el sol ya estaba por ocultarse e Izuku se estaba arreglando. Su teléfono empezó a sonar y el pecoso contestó.

Izuku: Hola Uraraka-San, ¿Ya estás lista?

Uraraka: Si claro, solo te estoy esperando a ti.

El Reemplazo [Bakudeku/Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora