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Viernes, 01 de Marzo del 2024.

A sus diecinueve años de edad pensó que todo acabaría, pero a este edad finalmente había aceptado que no veía a Jungkook como una madre o como un padre, si no como un amante.

Haber aceptado su sexualidad y la notoria atracción que tenía hacia su padre no fue fácil, pero podía tolerarlo.

Pero descubrir esta parte de él solamente hizo que cierta persona fuera mucho más irritante, volviendo recíproco su odio mutuo.

Ninguno de los dos podía soportarse entre sí, pero disimulaban lo mejor posible frente al pelinegro para no herir sus sentimientos o que se sintiera mal.

Sabían sobre llevarlo, pero esta vez estaba volviéndose algo insoportable.

Ambos estaban en la sala abrazados como si se amarán desde toda la vida, dándose abrazos cursis y besos apasionados mientras miraban una película, tomados de la mano.

El enojo, la envidia, ambos recorrían por sus venas deseando ser él quien este en el lugar donde esta Hoseok.

No podía verlos sin tener ganas de golpear a alguien, solamente quería separarlo de su padre con un puñetazo en el rostro, pero eso no sería posible.

Solo pudo hacer una cosa cuando el timbre sonó y sabía que solo podía ser una persona la que estaba ahí.

Abrió la puerta tomando a Jimin de la muñeca y lo arrastró a la habitación, captó la atención de Jungkook quien miro con el ceño fruncido lo que pasaba y separo a Hoseok de si.

—¿Taehyung? —Trato de llamar su atención mientras aún estaba subiendo las escaleras—. ¡Taehyung!

Se puso de pie con rapidez y subió las escaleras escuchando como se cerraba de un portazo la puerta, cuando intento abrirla se dio cuenta que tenía seguro.

Golpeó con fuerza, molesto por como lo estaba ignorando.

—¡Taehyung, abre la puerta ahora mismo! —Reclamó—. ¡Te he dicho que no puedes hacer esta mierda en la casa!

Pero él nombrado ni siquiera se molesto en abrirle la puerta, lo único que pudo escuchar al otro lado fue el chasquido de los besos y los suaves gemidos que soltaba el chico de cabellos rubios.

Se negaba a escuchar como su hijo tenía sexo con alguien más así que bajo y tomó el brazo de Hoseok para salir de la casa, sintiéndose herido por el comportamiento de su hijo.

Pero al otro lado de la puerta de la habitación de Taehyung las cosas no eran muy diferentes, el rubio acariciaba con cuidado la cabeza de su amigo mientras él lloraba en su pecho.

—¿Cuantas veces más me harás venir para enojarlo? —Bufo su amigo, el único que sabía sobre todo lo que había en el pensamiento de Taehyung, el único conocedor de sus sentimientos.

—Las que sean suficientes para que Hoseok se harté y se largue. —Respondió entre lágrimas el castañito.

—No lograrás nada a este paso—Hizo notar Jimin en un suspiro.

Taehyung lo miró de mala manera, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—¿Entonces que propones? —Él preguntó enojado.

—Tienes a tu papi donde lo quieres, solamente seducelo.

SEDUCIENDO A MAMÁ © #1 [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora