SEDUCIENDO A MAMÁ © #1 [✔️]

05.

Jueves, 25 de Abril del 2024.

Era de madrugada cuando Taehyung todavía estaba rondando cerca de la casa, no tenía ganas de ir a algún lado y tampoco quería matarse con alcohol como tenía planeado hacer al comienzo, él quería verlo.

Sabía que algo extraño le ocurría, jamás lloraba de esas maneras por las simples peleas que tenía con Hoseok, esto sonaba bastante serio.

Estaba debatiendo entre caminar hasta allá o no hacerlo cuando una llamada entrante lo interrumpió, era de él.

Quiso ignorarla o colgarle ya que aun seguía herido por como básicamente lo había echado de casa, pero no pudo.

Respondió de mala gana exhalando el humo del cigarrillo.

—¡Taetae! —La voz juguetona de su papá se escucho al otro lado, algo que lo confundió bastante—. Te extraño, todo está dándome vueltas y siento que voy a vomitar. Esto es tu culpa.

Parpadeo un par de veces analizando, ¿Su papá estaba borracho? Sin pensarlo dos veces se levantó del asfalto, caminando hacia la casa.

—¿Sigues en casa? —Cuestionó preocupado, no lo vio salir.

—No lo se, todo está dando vueltas y estoy cansado. —Escucho al otro lado.

Jamás había caminado una cuadra completa tan rápido, porque apenas consiguió la copia de la llave de la casa abrió sin pensarlo, topandose con una imagen que jamás espero.

Su papá estaba en el sofá abrazando uno de los cojines con algunas botellas alrededor, con el teléfono pegado a su oreja y suaves marcas de lágrimas en sus mejillas.

—¡Tae! —Pareció feliz de verlo, extendiendo sus brazos hacia él con dulzura y una sonrisa tan adorable.

Todo rastro de enojo qué había en su cuerpo se esfumó por completo, yendo a donde él estaba para alzarlo en sus brazos como él solía hacer cuando estaba pequeño.

—Quedate tranquilo, Tae esta aquí para cuidarte. —Habló en voz baja, subiendo las escaleras para llevarlo a su cuarto para que descansará.

Lo recostó con cuidado sobre las sábanas, quitándole con delicadeza la ropa para cambiarla por una qué no apestara a alcohol, pero se sorprendió cuando fue su padre quien detuvo sus manos cuando intentó quitarle la camisa.

—¿Por qué siempre traes a ese rubio a casa? —Pregunto con recelo, haciendo un pequeño puchero antes de recorrer con su mano su torso, acariciando encima de la tela de los jeans de su hijo su entrepierna aún dormida.

—Papa que ha... —No pudo terminar, el como lo sostuvo levemente entre sus manos lo hizo morderse el labio.

—Mamá puede hacerlo mucho mejor que ese rubio. —Murmuró cerca de su oído, con una sonrisa que lo dejó atónito—. Te haz portado mal con mami últimamente, así que creo que mami debe castigar a su bebé.