Capítulo 18: Consuelo
Cuando Taiga se sintió aliviada hace un año con su prueba de embarazo negativa, no esperó volver a estar comprando pruebas de embarazos nuevamente, le había dicho a su pareja que debían tener más cuidado, no estaba para volver a tener bebés a las puertas de los cuarenta.
¡Pero tampoco abuelos!
Demonios, había estado con su hija llorosa toda la mañana mientras esta le decía que era muy probable que estuviera "accidentalmente" embarazada.
De accidente nada. Tenía cuatro hijos, sabía que es lo tirar sin protección y por los mismo le estuvo interrogando toda la mañana, porque además no era con un novio, no, era una aventura de una noche con un completo desconocido.
¿Acaso no sabía de ETS?
Estaba más enojada por eso que por un probable embarazo, por que de ser así no dudaría en apoyarla, pero le preocupaba lo irresponsable que fue su niña. Que bueno, de niña no tenía mucho.
-Maldición, Megumi -dijo para si misma mientras esperaba con su hija en su habitación, la chica caminaba de un lado para el otro.
-No sé qué haré -dijo apretándose las manos sin dejar de caminar por todos lados.
-Primero esperar los resultados...
-Tres meses, mami -dijo desesperada- o es un bebé o es cáncer.
-Cierra la boca, idiota -dijo mirándola mal, sólo a una hija de Daiki podía ocurrírsele decir alguna estupidez así.
-Bien -dijo soltando el aire y caminando a su mesa de noche, pero no alcanzó ni a dar dos pasos, incluso desde su lugar se podían ver las el símbolo positivo en la ventanita -oh, maldición -dijo cayendo de rodillas.
-Ey ¿Qué pasa ahí adentro? -preguntó Daiki, lo habían excluido todo el día y ahora se escuchaba como alguien caía.
-Daiki, ahora no...
-No, ahora sí -dijo forzando la puerta, preocupado por su pareja e hija.
En la habitación Taiga estaba consolando a su hija en el suelo - ¿Qué demonios?
-Daiki, de verdad, no es el momento -dijo la triste voz de Taiga abrazando a su niña y consolándola.
Daiki miró alrededor de la habitación, era policía, no por que se viera bien con el uniforme, era un excelente detective, por lo que la prueba de embarazo en la mesa de noche de su hija decía todo. Cerró los ojos y contó mil, demasiado rápido, pero ahora no era él el importante, no, era la niña llorando en brazos de su madre, sólo podía abrazarla ahora, se agachó junto a ellas y abrazó a su hija besando su frente.
-Tranquila, mi amor -dijo consolando a su bebé.
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Calendario de adviento genderbent Aokaga
RomanceAomine quiere saber quién es la espectacular pelirroja prima de Akashi, sin saber que hace años la había conocido, pero no sabía quien era, ahora tenía que conquistarla y tenerla para él