¿Confían en que todo salió bien? Porque vamos, estamos hablando de un dragón de más de mil años y un arconte que en realidad es un ahora un bardo borracho, sus amigos hicieron hasta lo imposible para que esto salga bien ¡En verdad lo hicieron! Definitivamente no es culpa de Jeanne o de Hu Tao que el lugar donde Zhongli y Venti cenarian se llenara de inesperados patos.
-Vamos ¿Quién se lo iba a imaginar?- Childe dice mientras mira el lío dentro del restaurante, varios trabajadores andan persiguiendo a los pocos patos que aún quedan en el lugar.
-¿Suerte de mortales?- pregunta Xiao mientras mira sin demasiado interés todo el caos.
-Sí, puede ser- responde Xinqgiu cuidando que ningún pato quiera picotear a Chongyun.
-Jeanne se ve a punto de llorar- comenta el de visión cryo, todos ellos miran hacía la fémina mencionada, quien esta sentada en una silla mientras Hu Tao trata de consolarla.
-Es entendible, ella paso mucho tiempo en esto- El adeptus señala el lugar y los jarrones con flores frescas.
Jeanne quiere sollozar mientras hace varios platos de rico pato ya sea fritos, salteados, al horno o hervido. No entiende muy bien de donde salieron las aves, pero definitivamente esto es sólo tener mala suerte, porque vamos, ¿Cómo es posible que las aves ensuciaran el local a una hora y media de la cita? Ella esta totalmente desanima y las bromas de Hu Tao no ayudan.
-Sólo vamos a mover las decoraciones- dice Xiao con su voz profunda pero monótona mientras sujeta uno de los jarrones entre sus manos enguantadas.
-¿A dónde?- pregunta Childe mientras mastica un panecillo untado en mantequilla.
-Tú sólo camina- Xiao le gruñe, todos se levantan menos las dos mujeres que siguen alejadas de la conversación.
Pasan unos largos minutos en donde el adeptus los guía colina arriba, antes de que todos fijen sus ojos en Madame Ping, el inmortal bicolor la saluda con un asentimiento de cabeza y ella le sonríe, este se acerca a la mujer mayor, parecen intercambiar unas cuantas palabras antes de que Xiao de nuevo asienta y con un movimiento de cabeza hace que todos lo vuelvan a seguir.
-Dejen las cosas en un lugar adecuado- la voz profunda de Xiao no era autoritaria pero vaya que los hacía obedecer sin algún pero de por medio.
Xiangling rapidamente va hacía la cocina, se sorprende de todos los ingredientes que hay en la alacena, ella cogió varias cosas hasta quedar completamente satisfecha con todos los platos incluidos los postres para la velada de sus amigos.
Y luego de media hora, todo esta en orden. Jeanne mira maravillada que hizo el adeptus en menos tiempo de lo que podía ser posible. Lamentablemente Xiao se esfumo antes de que le dieran cumplidos y agradecimientos con miradas brillantes.
—Entonces, debemos avisarles a los tortolitos—. Childe menciona mientras se sienta en una de las sillas y ve la cantidad de comida que hace su estomago gruña hambriento.
—Sí, buena idea. Ve—. El fatui mira sin una pizca de diversión a la jefa de la Funeraria mientras este lo observa con los brazos cruzados y una sonrisa.
Childe suspira sin ánimos levantándose de su cómodo lugar (que en realidad ni es para él) y va en busca de Zhongli tanto como de Venti.
No se demoran mucho, una caminata amena si no contamos que Childe habla de cuan lindos son sus hermanos. A ninguno de ellos le molesta escuchar parlotear al más joven, es entrañable.—Disfruten la velada—. El pelirrojo les ofrece mientras los ojos de Venti recorre todo el lugar, es tan hermoso que no le cabe en la cabeza que un lugar así existiera.
El pudo haber creado montañas y lagos, pero lo que Zhongli hizo con su nación es completamente otra cosa, es tan su estilo que no dudaría en decir que realmente es la nación de ese saco de huesos. Sus mejillas se sonrojan ¿planeo todo para él? Puede que la gente de Mondstadt lo adore, Zhongli esta en otro nivel, realmente lo ama.
—Es hermoso—. Su voz alegre es inconfundible. El corazón de Zhongli se aprieta en su pecho con lo lindo que es el Dios del viento.
—Tú lo eres—. No es de dar cumplidos fácilmente, pero al estar con Venti se le escapan de la boca de forma tan natural.
La risita baja y casi tímida del Arconte Anemo lo enamora más, Zhongli le peina suavemente un mechón fuera de la frente, bajando para besarlo cariñosamente. Venti suspira con dulzura cuando los labios del Arconte Geo acarician los suyos con tanta delicadeza que lo hace derretirse en el toque.
El beso no sube de intensidad, se mantiene tibio con Zhongli sujetando la cintura estrecha de Venti entre sus dígitos hasta cansarse y quedarse sin aire. Le da un pequeño pico en las mejillas antes de guiarlo a la mesa, para comenzar la vela.
El ambiente es tan tranquilo y cálido. Venti habla de los viejos tiempos, ambos ríen recordando las fechorías del Arconte Anemo. La comida de a poco se va terminando, Venti no espera ni dos segundos en abrir el vino, compartiendo la bebida con su pareja.
Luego de una hora de charlas donde sólo sobraron dos platos de postres extra dulces. Venti se apoya en la mesa luego de beber 3 botellas enteras de vino jugando con los largos dedos de Zhongli entre los suyos más pequeños.
Se siente pleno, tuvo que esperar muchísimos años para volver a sentirse tan amado, tan adorado, tan querido y amar, adorar y querer. Se siente bien, si todo eso lo siente con Zhongli. Le sonríe de forma suave antes de subirse en la mesa para besarlo.
El Arconte Geo se sorprende por los inesperados movimientos de Venti. Lo sujeta de las caderas para que no se caiga y trata de seguirle el ritmo al intenso beso de su pareja.
No hacen faltan las palabras cuando se quiere a alguien, hay muchas formas de demostrarlo. Con regalos, con actos de servicios, con recordatorios sencillos pero cargados de confianza, con contacto físico y Venti nunca creyó que lo suyo sea estar pegado como sanguijuela a la persona que ama, a pesar de haber vivido una larga vida, siempre se aprenden nuevas cosas, enseñas nuevas cosas, vives cosas nuevas, porque el mundo es incomprensible, te hace perderte de cosas que piensas, no te van a pasar y la vida te sorprende dándotelas más adelante.
Venti a pesar de ser un Dios, no creyó ser merecedor de un amor tan puro como el que actualmente le regala Zhongli.
Y Zhongli, con una vida más larga, unas experiencias más agudas, seguía siendo un ingenuo en el mundo de los humanos, no hay nada que le haga más que feliz de estar a lado del Arconte Anemo, una vez rival, una vez amigo y en la actualidad, su ser amado.
—Barbatos—. La elegante voz de Zhongli lo llama, Venti alza la mirada con los ojos brillantes.
—¿Sí?—. Se siente pequeño mientras responde al llamado de su amado.
—Te amo, es todo lo que quiero decir ahora—. Los ojos de Zhongli brillan en un hermoso dorado suave.
Le acaricia las mejillas y Venti se acurruca en el toque tan armonioso, suave pero siempre cálido.
—Yo... yo también te amo—. Así como así no hay nada más que decir.
Pasan la tarde contemplando el hermoso atardecer desde la colina, Venti arropado con el gran abrigo del Arconte Geo, posado reconfortantemente contra él mientras este le cuenta historias que ni se imaginaba que existían.
Ahora mi pregunta es ¿Ya quedo claro quién le gusta a Zhongli?.
🫧𓇼𓏲*ੈ✩‧₊˚🎐༘˚⋆𐙚。⋆𖦹.✧˚🫧𓇼𓏲*ੈ✩‧₊˚🎐
HOLA! DIOS, estoy tan feliz de poder terminar esta historia, les juro que este último capítulo es mi favorito.
Me agrado un montón escribir esto, aunque hay muchísimo que tengo que mejorar 😣.
Espero que hayan disfrutado esta pequeña historia, me encantó leer sus comentarios, me hicieron muy feliz.
¡Esperen con ansias el segundo libro!
Zhongli wants to marry who?—Los quiere un montón, Gigi 🦭
ESTÁS LEYENDO
"¿A Zhongli le gusta quién?" | 1
Krótkie OpowiadaniaSeis mil años y jamás experimentó algo así. Maldice al Arconte de la Nación del Viento porque es su culpa que tenga un remolino de emociones cada que lo ve.