PACTO DE SANGRE - EL NUEVO REY - LIBRO 1

CAPITULO 1 DESPUÉS DEL DÍA NEGRO

Para el hombre que una vez dijo que vivía mi vida como si fuera una fantasía romántica y que debía caer en la realidad, yo le dije que prefería las tragedias así que supongo que este libro es mi venganza porque es una mezcla de ambas.

El ataúd bajó lentamente al gran agujero de tierra que se había preparado con anticipación, se dice que solo hay una forma de reunir a una familia, ya sea un funeral o una boda, esta era la excepción más inesperada para volver a verse. Un día antes de la sepultura cuatro de seis hermanos se vieron las caras nuevamente, no con familiaridad sino con un sentido de compromiso y dolor que podía percibirse con tan solo una mirada. La joven Yelena convocó a sus hermanos a una reunión, ¿motivo?, la carta decía que su madre había muerto, era el año más actual y a pesar de poder enviar un mensaje o una llamada, lo viejo y anticuado era lo que ellos conocían, excepto Daniel, el menor, con quien se tuvo una inesperada manera de darle la noticia. En el internado San Gabriel mientras Daniel salía del salón de clases para dirigirse a su habitación, se escuchaban en los pasillos las voces de jóvenes corriendo, cuando entró su director se encontraba de espaldas mirando la ventana:

Disculpe ¿qué hace usted aquí?

Cómo sabes debido a mi puesto estoy obligado a darte esta noticia

¿Qué sucede?

Tu hermano ha venido por ti

¿Cuál?, esta vez no he hecho nada malo

Acércate Daniel- dijo el director

¿Qué quiere mi hermano?- preguntó Daniel mirándo al hombre por la ventana en medio del campus con un auto negro

Tu madre ha muerto

¡¿Qué?!

Lo que has oído, el colegio enviará tus pertenencias, debes apresurarte, te están esperando- finalizó aquél viejo abrazando al joven que hundió su cabeza en un abrazo, tratando de ocultar su tristeza

Lo último que le dije fue que no quería volver a verla- respondió Daniel entre lágrimas

Escucha con atención- dijo separándose de su alumno y continuó -no importa lo que ha pasado debes entender que no es tu culpa, todo pasa por algo y debemos de aprender de ello, tu madre fue una buena mujer, eso me consta, tuvo seis hijos que son buenas personas, tu eres el menor pero no el menos importante, así que ve y honra a tu madre, te has encontrado con la muerte a tus veinte años, pero ama la vida por aquellos que no han podido vivirla-

Debo ir, me están esperando - finalizó Daniel limpiando sus lágrimas y saliendo de la habitación

Aquella tarde se nubló, el viento soplaba fuertemente y el sol que alumbraba el día se dejó esconder por las nubes grises, Daniel caminó por el campus hasta su hermano quién estaba de pie esperándolo

-Daniel, ya lo sabes- inició Eduardo

-si-

- Lo lamento - respondió el joven con un abrazo a su hermano y continuó- Alexander nos ha hecho un llamado para lo preparativos

-Ahora ese es su papel, desgraciadamente- dijo Daniel limpiando sus lágrimas con un pañuelo

-Sabes que él no quería, pero es el mayor, así que debemos ir- finalizó Eduardo

-¿Cómo ha muerto?

-Ya lo sabrás en casa-

Juntos entraron al coche para después dirigirse a la mansión principal, aquella vivienda que contenía su infancia y alegría, ahora se había convertido en un lugar triste cubierto de muerte y soledad. Al llegar fueron recibidos por sus hermanos.