PACTO DE SANGRE - EL NUEVO REY - LIBRO 1

CAPÍTULO 4 ME VENGARÉ

-Hermano ¿Cómo es posible?- preguntó Timothée abrazando a Saulo

- Es lo que quería decirte, tu madre me ordenó sacar a Saulo y traerlo aquí - respondió Annelis apoyándose del brazo de Alexander

-Creímos que seguías en el hospital- respondió Daniel ayudando a su hermana a colocarse de pie

-Veo que ya se conocieron y Yelena ya recordó todo, acompañenme deben estar cansado y asustados- respondió Saulo con una sonrisa

A un costado del altar de la iglesia había una reja con un pequeño candado el cual Saulo abrió sin dificultad, los condujo por un pasillo lleno de estatuas de santos en completa oscuridad hasta llegar a un salón con varias bancas y muebles alrededor, por el centro estaba un calentador eléctrico perfecto para que Yelena recobrara sus fuerzas

-Ya que estamos todos más tranquilos pueden preguntar lo que ustedes gusten para mantenernos al corriente- inició Saulo cerrando las puertas

- ¿Porqué mi madre no me dijo esa decisión de sacarte?- inició Timothée

-Nuestra madre tenía varios secretos, era difícil de interpretar sus códigos o saber sus futuras acciones-

-Pero es que te veo irreconocible, antes parecías un loco, recuerdo que los doctores dijeron que tenías esquizofrenia, ansiedad y tantas cosas más - inició Daniel totalmente asombrado

-Me imagino que era el conocimiento - respondió Eduardo merodeando los muebles

-Así es, creí que lo que tenía era una enfermedad mental, escuchaba voces todo el tiempo además de palabras en mi cabeza que no me dejaban dormir, pero cuando Annelis me trajo aquí entendí la decisión de nuestra madre, en cuanto llegué comencé a recordar mi pasado, soy un Sucra, no eran voces sino el don del conocimiento con el cual había nacido para cuando llegue y pude recordar todo me vino de golpe, pase tiempo leyendo ordenando las ideas y pensamientos-

-Hablas como un verdadero erudita- respondió Yelena incorporándose

-¡Por fin vemos esa piel albina del aire!- respondió Eduardo acomodando junto a su hermana

-Todos recuerdan menos yo- dijo Daniel decepcionado

-Es porque eres el más pequeño tenías tan solo diez años cuando todo pasó - Dijo Yelena acariciando su cabello

-Me alegra que la mayoría haya recordado su pasado, ahora deben regresar al segundo mundo, es por eso que venimos a Puebla- dijo la bruja

-Me niego rotundamente te he dicho que no sabemos como están las cosas del otro lado, lo mejor es escondernos, prepararnos y averiguar cuál es el estado- respondió Timothée

-Yo deseo saber si mi familia está viva- inició Alexander con tono autoritario

-Nuestra madre era nuestra madre pero quisiera saber si mi madre de sangre sigue viva- respondió Saulo

-Opino lo mismo- dijo Yelena

-¡Están locos!, mi madre me dió la orden de mantenerlos a salvo, prepararlos y entonces pelear y no estamos en ninguna de las dos condiciones para ir- respondió Timothée

-No te estoy pidiendo tu permiso, siempre me pregunté porque nuestra educación era diferente, después de la escuela debíamos ir directo a casa para tomar nuestras clases de pelea, ciencia y botánica, tuvimos amigos hasta que ingresamos a la universidad e incluso después de salir seguía cuestionando el porqué de sus actos y ahora que entiendo la razón no escaparé de nuevo, soy Yelena Seretem hija de Francis Seretem y Gormelia Martil tu eres un simple humano al que considero mi hermano pero mi autoridad es mayor-