Chenle no oculta sus dudas.
No puede entender de inmediato a que se refiere ni cómo se supone que ayudaría. No sabía qué decir, y solo se quedó mirándolo.
Jisung dijo:
"¿Quieres que Baekhan y tu madre se queden en La Jolla tan tranquilamente como lo hacen ahora? ¿Quieres seguir viéndolos tan de cerca como siempre?"
Chenle asintió sin decirle una palabra, era bastante claro ahora. Los labios de Jisung dibujan una sonrisa.
"Entonces... Primero, debes dejar de ir a la florería de vez en cuando. Si te mudas regularmente de La Jolla a un lugar no muy lejos pero secreto, no será fácil encontrarte. Si lo deseas, puedo encontrar otro nombre para tí".
"..."
"Segundo, déjame poner seguridad privada para Baekhan y para tu madre. Voy a pagarles a los mejores guardaespaldas y así, si pasa algo, se pondrán en contacto conmigo de inmediato para que yo pueda actuar."
Como Jisung estaba hablando de un modo bastante convencido, esperaba una reacción efusiva de su parte... Pero Chenle ni siquiera tuvo algún cambio. Es suficiente para hacer que parezca atrapado en sus pensamientos.
"¿Chenle?"
No podía soportar tanto silencio, así que Jisung lo llamó un par de veces más. Entonces, los ojos oscuros se volvieron hacia Jisung.
"¿Por qué estás tratando de ayudarme?"
Chenle respondió con otra pregunta.
Jisung, según sabía, no era un hombre amable. Era un sujeto que prefería pisotear y quitar en lugar de ofrecer amabilidad o compasión. Es ridículo que un tipo así muestre una bondad excesiva hacia otra persona. ¿Hay alguna otra razón? Si él sabe algo...
Numerosos pensamientos y preguntas vinieron a su mente de inmediato así que, como si entendiera sus dudas, Jisung habló otra vez:
"En primer lugar, tengo un pecado que quiero corregir... Y, me gustas. Mucho".
Chenle todavía miraba con indiferencia a Jisung, quien descaradamente decía palabras dulces y bonitas. Como si pudiera creerle después de todo lo que había provocado.
"Vale".
Jisung suspiró brevemente ante Chenle, que había dado una respuesta bastante insignificante. No parecía interesado para nada.
"¿Por qué no me dices entonces quienes son los hombres que te persiguen?"
Los ojos oscuros de Chenle se volvieron un poco más intensos cuando hizo esa pregunta.
"Si quieres ayudarme solamente porque tienes curiosidad, entonces no me interesa."
"Demonios, no..."
"Entonces... Te pido que me des dos guardias de seguridad, cada uno con Baekhan y con mi madre. Si sucede algo, tienen que protegerlos a como de lugar y avisarme a mi primero. No a ti"
"No parece algo justo para mi ni para mis subordinados..."
Sin embargo Chenle continuó diciendo lo que quería:
"Quiero que el guardaespaldas sea uno al que le tengas mucha confianza y quiero que le dejes en claro que el niño está bajo tu protección y que es algo muy importante para ti. Amenázalo, no lo sé... El punto es que no quiero problemas".
Después de decir claramente lo que pensaba, Jisung levantó una ceja hacia arriba como si estuviera bastante aturdido. Chenle todavía lo enfrentaba con una cara agresiva.