Chenle, que había estado preocupado por las decisiones tan erráticas del Alfa, exhaló un breve suspiro y cargó en su hombro una bolsa de viaje que siempre llevaba con él.
"¿A dónde vamos?"
Chenle preguntó sin rodeos, cerrando la puerta de cristal hasta hacer sonar la pequeña campanita.
Cerró con llave y luego lo miró otra vez. Jisung, que le regresó la mirada, sacudió la lengua con un tono desagradable.
"Por lo general, solo pareces una piedra sin sentimientos ¿Qué importa donde te lleve o no?"
Chenle, que había logrado molestarse, se alzó de hombros y cerró la boca. Luego, con los brazos cruzados sobre su pecho, inclinó la cabeza hacia él:
"Entonces no quiero ir."
"¿Cómo puede un chico tan honesto en la cama enojarse por un pequeño paseo conmigo?"
La voz que susurraba ahora sobre su oreja, era demasiado dulce. Solo escucharlo parece hacer que se derrita sobre el pavimento y, además, la piel que fue tocada por su aliento ha comenzado a temblar...
"Solamente dime a dónde vamos".
"No es divertido si te digo".
Jisung arrojó sin rodeos una respuesta contundente en lugar de una respuesta correcta. De alguna manera, el sentimiento que le ocasionaba no era muy bueno... Pero igual no había nada que pudiera hacer de inmediato contra un sujeto igual a él. Ocultó la tensión que se extendió gradualmente y caminó a sus espaldas...
Era una tarde relativamente tranquila. El clima asombroso. En ese día, había pensado que sería bonito ir a un picnic... Pero en lugar de hacerlo tuvo que seguir a un hombre peligroso sin conocer el rumbo o sus intenciones.
Estaba a punto de pensar en algo deprimente cuando vio que Jisung caminaba directamente hacia un sedán estacionado en una calle concurrida. Hoy, Yongguk y Junghong estaban esperando por él justo adentro, así que Jisung solo se acercó y abrió la puerta de atrás... Sosteniendo la puerta abierta con una mano y metiendo la otra en su bolsillo, un encorvado Jisung solamente le soltó la palabra "Arriba."
Es muy arrogante... Diciéndole Arriba como si fuera un perro.
Cuando respondió que no quería montar, Jisung agarró su mano ligeramente sudada, la movió y luego tiró de él hasta hacer que su cuerpo quedara todo aplastado en el asiento trasero. Jisung entra derecho y se sienta junto a él.
"Bueno ¡Ya estoy aquí! ¿Ahora me dirás?"
Jisung contestó con un breve suspiro, y de inmediato el sedán comenzó a moverse por la avenida...
∆∆∆
Poco tiempo después, el sedán, que cruzó suavemente por el centro de San Diego, llegó a un muelle no muy lejos del centro turístico.
San Diego es una ciudad costera así que puedes ver el mar desde cualquier dirección... Pero cuando entra en el puerto deportivo donde están anclados todos los yates privados, termina con los ojos bien abiertos.
"¿Un yate?"
Ya había pensado que su atuendo era sospechoso hoy, pero quién diría que realmente tenía planeado ir de pesca.
"Sí".
Jisung respondió con una sonrisa enorme. Por el contrario, la expresión de Chenle se estaba volviendo más y más oscura... No sabe por qué ni qué tipo de intenciones tiene ese hombre para estar haciendo esto. Es decir, ya es bastante incómodo estar los dos solos pero ¿Pretende que salgan a pasear en medio del mar?