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"El origen de todos mis problemas, es Chenle"

Jisung, que estaba a unos pasos de llegar al sótano, levantó la voz y se detuvo mientras le explicaba a Yongguk todo lo que había sucedido hace unas horas con Chenle y su florería.

Resultó que el calor que había disminuido en su camino a casa, había subido hasta su pecho con apenas unas cuantas copas de vino.

"Y pensé ¿Te atreves a apuntarme con una pistola? ¿A mí? ¿Sabes quién soy yo acaso? ¡Soy tu Dios! Y me dijo," Me voy a llevar tu auto. "¡El maldito auto!"

"Válgame".

Era un incidente sin precedentes, que alguien le pidiera su auto y luego lo expulsaran de él. La tristeza de Jisung le abrió paso a la ira y estalló para endurecerle las venas del cuello. ¡Su presión arterial estaba por las nubes!

Que desafortunado, que fuera Chenle el que le hiciera eso y también el que lo dejara en la calle y le hiciera regresar por cuenta propia.

A Yongguk le preocupaba terriblemente que su jefe se viera tan miserable porque... Él había curado perfectamente todas sus heridas en el pasado y ahora se sintió inútil al no saber cómo sanar el golpe enorme que tenía en el alma. En primer lugar ¿Cómo curas un corazón que está llorando?

"¿Y qué opina?"

Yongguk, que estaba mirando a Jisung poner una cara tan roja como un tomate, se atrevió a abrir la boca hasta que vio que todo estaba en silencio.

"Tenemos en nuestras manos un problema bastante... Extraño".

Los ojos marrones, que brillaban con una luz casi maníaca, eran aterradores cuando los veías bajo la luz correcta. Yongguk inconscientemente se hace más pequeño y después da un paso hacia atrás.

"Gracias a Chenle, vamos a tener que hacer algunos cambios bastante drásticos en nuestra agenda de por si apretada".

"¿Si?"

Jisung torció los labios en algo que supuestamente debió verse como una sonrisa.

"Haber pasado nuestros días sin huesos destrozados y carne bajo nuestros pies hubiera sido muy aburrido"

Al mismo tiempo que dijo eso, Jisung decidió emprender una nueva y más acelerada marcha hacía el pasillo. Luego va escaleras abajo.

El sótano de la mansión era la base secreta de Jisung. Es un espacio realmente grande donde hay innumerables monitores y sistemas informáticos que recuerdan a una sala de inteligencia en una agencia. Estaba fuertemente vigilado y los sistemas que tenía conectados parpadeaban desde el día hasta el anochecer... La información era una de las cosas más importantes para el traficante de armas, Park Jisung. Especialmente porque era la clase de hombre que deseaba obtener la información primero que nadie.

Tienen varios informes sobre institutos de investigación, fábricas y compañías de ventas repartidos por todo el mundo. Los asuntos relacionados con el gobierno militar eran, literalmente, el corazón de su negocio así que, que todo eso estaba metido inteligentemente en su sótano era algo más que estupendo. ¿Quién podría sospechar que tanta información ilegal estaba allí? ¡El camuflaje perfecto!

Su casa es una lujosa mansión en San Diego, como un resort de cinco estrellas donde todos pueden mirar el vasto océano de un solo vistazo. Puedes jugar tranquilamente, descansar, nadar y comer tanto como quieras... Y, mientras se ve como el capricho extravagante de un rico más, todo el oro se excava en la parte de abajo, informes e instrucciones para acabar con el FBI y la CIA así como información importante relacionada con el gobierno de cada estado. Una torre de control para el negocio de armas...

qb ⪼ jichenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora