-Fideos Instatáneos Calientes-

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Disclamer: Ni los personajes, ni lugares, ni parte de la trama me pertenecen a mí, sino a Rumiko Takahashi. Esta historia invernal se escribió sin ánimo de lucro, solo para entretenerme y divertir a otros.

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Nota de la Autora: Esta es una de las diversas historias que estaré publicando para la #dinámica_de_diciembre llamada #Fantasia_Invernal (nombre que me encanta, por cierto) convocada por la página de Facebook "Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma". Gracias por invitarme a participar un año más. Todas mis historias estarán tanto en Fanfiction como en Wattpad. Espero que os gusten y disfrutemos juntos de esta época tan especial.

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Historia nº 3:

El Lado en el que Duermes

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3.

—Fideos instantáneos Calientes—

Cuando Akane salió del baño, vestida otra vez con la ropa de su boda, notó que el frío ya no se clavaba con el mismo dolor en su piel, ni se le metía dentro de la nariz haciéndole daño. El ambiente gélido de horas atrás ya no resultaba tan insoportable, aunque seguía siendo muy molesto.

Recorriendo el camino de las velas logró bajar las escaleras sin ningún percance y llegar a la cocina donde encontró a Ranma de pie, frente a la nevera, con cara de circunstancia.

—¿Tampoco nos han dejado comida?

—Hay comida, aunque es evidente que se llevaron algunas cosas —respondió él y con aire pensativo, añadió—. No están en casa de mi madre y tampoco se han ido a un hotel o algo así —dedujo, entonces—. Deben estar escondidos en algún lugar, a cubierto supongo, pero sin comodidades.

A ella no le interesaba tanto descubrir el lugar donde se escondía su familia, como saber si podrían cenar algo aquella noche. Seguían sin electricidad, aunque el frío que hacía en la casa evitaría que la comida que allí quedaba se echara a perder, eso no era un gran consuelo para ellos.

No podremos cenar nada caliente, se lamentó para sí.

—Tenemos algo —indicó Ranma. Se metió, sosteniendo una vela, en la despensa que tenían al otro lado de la habitación y rebuscó entre los estantes. Salió al cabo de unos segundos con dos envases de fideos instantáneos—. Solo hay que echarles agua caliente.

No parecía muy contento con tal arreglo, y desde luego, ella tampoco lo estaba, pero comprendió que sería la única manera de cenar algo que les calentara el estómago. Resultaba decepcionante, sobre todo, al recordar el restaurante de por la mañana; aunque se tratara de una trampa, la abundante comida y las atenciones de los camareros habían sido exquisitas. Y sobre eso, pensó, que también debía haber sido idea de Kasumi y Nodoka.

Papá y el tío Genma son demasiado tacaños, pero ellas debieron pensar que, al menos, nos merecíamos comer bien por la mañana para soportar mejor esta noche.

Cada vez estaba más segura en sus suposiciones y, por ende, estaba más preocupada.

—Qué detalle —dijo él, de repente, sonriéndola con guasa—. Al menos nos han dejado esto para que no muramos de hambre —Era obvio que Ranma se burlaba sin ganas, así que estuvo segura de que lo hacía por ella, para no desanimarla o preocuparla más en ese día tan extraño y caótico—. ¡Oh, y mira!

El Lado en el que DuermesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora