... y me abraza, me tiene por mi corazón...
Jennie estaba de tan mal humor que nadie quería molestarla, así que Lisa decidió mantenerse en silencio durante la cena en ese lujoso restaurante.
La alfa le había enviado un mensaje a mediodía, diciéndole que se juntaran allí para comer y que se pusiera algo bonito. Lisa esperaba obtener alguna recompensa con esa salida, quizás una nueva camiseta o algo así, pero desde que llegó notó el humor de la castaña. Su cara estaba ensombrecida, sus labios formando un rictus molesto, y apenas le dijo algo cuando llegó.
Normalmente, Jennie le decía que se veía bonita, aun cuando no pusiera mucha energía en su aspecto. Si se esforzaba, como hizo esa vez, Jennie le sonreía y le decía que se veía deslumbrante y sexy. Ahora apenas le dirigió una mirada.
De seguro le fue mal en un negocio o surgió algún obstáculo en su enorme red de tráfico. Por lo que sabía Lisa, Jennie tenía contactos con la mayoría de los países asiáticos y estaba entrando al mercado norteamericano. Lisa se imaginaba que no era algo sencillo.
Para su fortuna, la alfa tenía una sala reservada para su cena, donde sólo podían entrar las personas solicitadas, así que no había gente mirando el aspecto aterrador de Jennie. Además de que nadie miraba feo a Lisa por estar allí. Lisa ya se había acostumbrado a ese tipo de miradas, pero si podía ahorrárselas, mucho mejor para ella.
―Jen, ¿estás bien? ―preguntó, tratando de poner un tono suave para no enfadarla más.
―Un montón de mierda ―gruñó la mayor―, no quiero preocuparte por eso, preciosa.
Lisa permaneció en silencio, porque Jennie tenía algo de razón en ese sentido: mientras menos supiera la omega, era mejor para ella. La coreana no solía hablarle sobre sus negocios en particular, sólo a grandes rasgos para no involucrarla, no luego de lo que ocurrió unos meses después que Lisa se fuera a vivir al hogar de Jennie.
A ella no le gustaba recordar ese episodio, porque fue un trauma. Lisa llevaba sólo tres meses allí, ya medio acostumbrada a ese nuevo estilo de vida, y aprovechando que Jennie estaba en uno de sus trabajos, salió a comprarse cosas para pasar el tiempo. Iba sin compañía alguna y eso bastó para que unos malditos imbéciles casi la atropellaran y subieran a una camioneta negra, donde cubrieron su rostro con un saco negro, atando sus manos.
Lisa trató de mantener la calma, aunque el pánico crecía y crecía en su interior. Ya se daba por muerta, ¿cómo no? Por lo poco que escuchaba, estaban hablando de Kim y el trato que podrían hacer ahora que le tenían an ella, pero Lisa iba a llorar por la histeria. ¿Cómo esos idiotas podían creer que Jennie haría algo por ella? ¡Era una puta!
No supo cuánto tiempo estuvo en esa camioneta, que se detenía por momentos, pero en un punto la bajaron y empujaron hacia un bodegón, donde la sentaron y ataron a una silla. Lisa empezó a balbucear y rogar, pero esas personas -alfas y betas, pudo reconocer- la golpearon a pesar de sus súplicas. Santo Dios, estaba más que muerta, literalmente. Incluso les dijo que le soltaran, que ella no valía nada, que Kim jamás la iría a buscar porque ella sólo le complacía sexualmente, pero eso pareció enojarlos más, porque volvieron a golpearla e incluso amenazaron con violarla.
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Made in gold | Jenlisa
RomancePuede que al inicio no estuviera de acuerdo, pero ahora, a Lisa le gusta ser la bonita y consentida omega de esa peligrosa mujer. ➼ Jennie G!P ➼ Adaptación © Hobibuba ➼ Prohibido copiar o adaptar mi versión