capítulo tres

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— 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐎𝐋𝐈𝐎 —

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— 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐎𝐋𝐈𝐎 —

Cada vez nos encontrábamos más cerca del Capitolio

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Cada vez nos encontrábamos más cerca del Capitolio. No sabía con exactitud cuánto tiempo quedaba para llegar, pero el simple hecho de que las continuas pesadillas no me hubiesen dejado pegar ojo en toda la noche me indicaban que no tardaríamos demasiado.

Tratando de despejar de mi mente esos recuerdos que me atormentaban ahora más que nunca, me dirigí al cuarto de baño con la intención de darme una ducha. Esta vez sería la última en la que elegiría mi propia ropa pues una vez llegásemos al Capitolio mi estilo quedaría en manos de Arabella.

La pelirroja que se había ganado mi corazón por completo, quién se encargó de asesorarme en mis primeros Juegos del Hambre y había continuado haciéndolo hasta día de hoy.

Arabella, o Bella como la llamaba yo, era la única persona dentro del Capitolio que tenía mi plena confianza. Era capaz de escucharme durante horas para luego brindarme consejo o incluso consuelo.

Ella era una de las únicas cosas por las que agradecía haber salido vencedora en los Juegos.

Una vez preparada, me dirigí hacia el vagón comedor dónde seguramente ya estaría servido el desayuno. Desde el cristal que separaba ambos compartimentos pude observar que tanto Haymitch como Peeta ya se hallaban allí, seguramente el tributo no hubiese podido aguantar las ganas de saciar su sed de preguntas.

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⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

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𝐈𝐍𝐌𝐎𝐑𝐓𝐀𝐋; the hunger gamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora