18.Trampa☆

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Me encontraba en mi habitación, sumido en un profundo sueño cuando fui bruscamente despertado por un ruido estruendoso que resonaba por todo mi cuarto

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Me encontraba en mi habitación, sumido en un profundo sueño cuando fui bruscamente despertado por un ruido estruendoso que resonaba por todo mi cuarto. Nunca he tolerado llegar tarde a ningún compromiso, no me gusta que mis hombres se tengan de encargar de mis responsabilidades cuando son tan delicadas. 

Fue una suerte el poder despertar antes que ese monstruo infernal con el ridiculo disfraz de payaso pudiera hacer algo, creí que en esos momentos iba a morir, pero al parecer mis planes jamás fallan.

—Señor — llegó por fin uno de mis subordinados. — Ha llegado la nueva carga en uno de sus barcos.

—¿Y qué esperan, cariñito? — a veces no tolero que sean tan sumisos y sin iniciativa .—¡Descarguen la mercancía de inmediato! —ordené con impaciencia mientras me ponía de pie. La nueva carga podría contener algo vital para mis planes, y no podía permitirme demoras.

Mis hombres se apresuraron a seguir mis órdenes, y yo me dirigí rápidamente al puerto. La carga debía ser revisada de cerca; nunca se sabe cuándo uno de esos objetos extraños podría resultar útil, especialmente en un mundo lleno de peligros. Revisé algunos de los objetos de metal cuando una de las enormes cajas fue abierta,  eran objetos extraños, adornados con símbolos y grabados que denotaban un origen antiguo y misterioso, seguramente tendrían un gran valor en las manos correctas.  

No tardé mucho en recibir la llamada que estaba esperando, llegó justo en el momento  que quería inspeccionar todo lo que había llegado. No era tan importante, pero con todo el dinero que me debe ese tipo es divertido verlo desesperado arruinando su propia vida: 

—¡POR FIN CONTESTAS!— vaya, sí que se escuchaba tan desesperado. — ¿por fin las tienes?

—No me hables en ese tono, querido — esa improsultez con la que me hablaba claro que no iba conmigo .— Las tengo, pero ¿entiendes que me debes mucho verdad, mi amor?

—Tengo una buena parte, pero por favor, las necesito.

Thommy River, un personaje peculiar en mi vida, podría describirlo como un "amigo" que cruzó mi camino durante los años universitarios, aunque la verdad es que su presencia ha sido más notable en otra faceta: como uno de mis clientes más asiduos. La historia que comparto sobre Thommy es intrigante y, de alguna manera, divertida.

A primera vista, Thommy se presentaba como el modelo a seguir en el campus universitario. Con calificaciones excelentes, destacando en deportes y con proyectos siempre bien recibidos por sus compañeros, parecía encarnar el estudiante perfecto. En contraste, estaba yo, un tipo que, según palabras de todos, "se veía" destinado a un futuro incierto. Irónicamente, él afirmaba que todas sus proezas las realizaba para que su adorado hermanito se sintiera orgulloso de él.

La verdad detrás de ese personaje brillante y ejemplar salió a la luz cuando la presión lo llevó a buscar mi peculiar ayuda. Entre risas irónicas y un aire de complicidad, confesó que su vida aparentemente perfecta era una carga insoportable. Las expectativas y la presión constante de mantener esa imagen ejemplar, el miedo de que su familia que tanto lo aclamaba y su hermanito que tanto le admiraba se llegaran a decepcionar algún día de él lo llevaron a buscar un escape en mi dirección. Fue entonces cuando descubrí que Thommy había creado un personaje que se desmoronaba bajo la presión de las expectativas que el mundo había puesto sobre él. La máscara de perfección que llevaba frente a todos no era más que un acto para satisfacer las expectativas de otros.

La vida de los héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora