Esa tarde Lizzie estaba con su ropa de entrenamiento, las porristas debian entrenar y eso haria ella, queria continuar con su vida normal. El hecho de ver a Rebekah en el estiramiento no la molestaba, realmente no le importaba asi que siguio estirando, hasta que sintio una presencia a su lado.
—¿Ahora seras porrista? ¿Quieres unos pompones?—Pregunto sarcasticamente Lizzie viendo al vampiro rubio
—Solo te vigilo brujita caprichosa— Rio cinicamente el vampiro
—Al menos sirveme de algo— Dijo antes de subir su pierna al hombro de Stefan para seguir estirando
—Siempre te gustó subir tus piernas a mis hombros— Dijo logrando que Lizzie capte el doble sentido de la oracion, logrando fastidiarla aun mas, si es que eso se podia.
La castaña bajo su pierna y separo los pies para bajar y apoyar sus manos en el suelo, justo cuando los jugadores pasaban, dejando ver el pequeño short que tenia debajo de la falda de entrenamiento, provocando algunos silbidos y suspiros por parte del equipo.
Stefan rapidamente la tomo de sus caderas y la alzo sobre su hombro, ganandose un quejido no solo de Lizzie sino que tambien de los jugadores que observaban la vista.—¡Bajame, imbecil!— Gritaba la castaña enojada mientras Stefan entraba a la escuela y la dejaba en los vestidores
—Cambiate, nos vamos—Ordeno el vampiro
La castaña aun furiosa con el vampiro salio del vestidor con su mochila, pero sin cambiarse de ropa para irse a la casa Salvatore, necesitaba alguien con quien quejarse y Damon la escucharia.
—Que Klaus le pidiera que me cuidara no significa que tenga derecho de arruinar mi dia
Se quejaba Lizzie mientras terminaba de prepararse una malteada de fresa, Damon estaba junto a ella preparando Waffles que se le habian antojado a Lizzie. Este habia estado toda la mañana leyendo los libros que la bruja le dejo para investigar que pasaba con su bebe, pero todavia no descubrian nada.
—Como si fuera un maldito objeto. Si entiendo, hice eso para molestarlo, pero no tenia que sacarme sobre su hombro por eso
—Toma, deja de quejarte— Dijo Damon dandole el plato y poniendole crema en la punta de su nariz haciendola reir ligeramente.
—Debemos encerrarlos, me ponen de mal humor
—¿No tienes otra idea?
—Ojala pudiera decirte que matarlos, creeme.
—Bien lo intentaremos, conste que lo hago porque tu me lo pides
—Gracias— Susurró Lizzie ya por la mitad de su waffle
—Vamos, ve a ponerte mas bonita de lo que ya eres. Debemos ir a esa fogata
Lizzie subio a la que habia proclamado como "su habitacion" y fue primero a bañarse, quitandose toda la ropa de entrenamiento y quedando desnuda frente al espejo. La castaña se puso de lado dejando ver el pequeño vientre que seguia ahi, estaba asustada con esa situacion pero no sabia que hacer.

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Phoenix
Hayran KurguStefan se habia ido, se habia entregado a Klaus para salvar a Damon. Lizzie no iba a aceptarlo, y menos Elena, quien tambien habia perdido a su novio. Tercer libro