Suguru x Satoru "Si fuera una chica, seguiríamos siendo amigos?"

𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑖𝑛𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑦 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎𝑠

Perdoname.

Realmente nosé lo que me pasa.

Tengo una lucha interna conmigo mismo.

Debido a ti.

Por eso te pido que me perdones por todo el daño que te cause.

...

Después de pasar unas horas en casa arreglando nuestro equipaje.

Suguru quería ir al gimnasio conmigo, pero había un montón de cosas por hacer.

Como lavar ropa, lavar el baño, limpiar la cocina, etc.

Haciéndose ya tarde.

-Losciento satoru, ya se hizo de noche-

-No pasa nada, será en otra ocasión-

Ya era muy tarde y los dos azabaches aún seguían despiertos.

-Satoru, hay que dormir, mañana tenemos que levantarnos temprano- Dijo el alfa quien estaba en su cama leyendo un libro.

-Pero no tengo sueño- El menor se encontraba jugando con un poco de plastilina que había encontrado en el cuarto de las niñas.

-Mañana no te vas a querer parar, trata de dormirte-

Y sin más opción el menor se subió a la cama un poco molesto diciendo cosas entre sus dientes.

-Yaya, no te enojes, mañanas seguirás jugando okey?-

Suguru era un profesional en hacer que el albino se tranquilizara.

Ya sea con palabras o gestos, pero lo hacía.

Era el único que podía hacerlo.

Y sin más los dos se quedaron dormidos.

...

A la mañana siguiente, todos los azabaches se reunieron en la estación.

Tenían que tomar tres trenes.

Ya que era la única forma de llegar hasta su destino.

-Ya me aburrí suguru- El menor quería empezar a hacer su berrinche como si de un niño se tratara.

-Ya casi llegamos, quieres jugar un poco?- El pelinegro le entrego su celular para que el menor se distrajera.

Se había preparado muy bien para que su amigo no se aburriera tanto en el camino.

El chiquillo curioso tomo el celular de su amigo, empezando a descubrir de que se trataban los jueguitos.

Quienes los otros omegas (haibara y utahime) también se veían curiosos.

Acercándose al albino.

-Asi no se juega bobo! Tienes que ir a la izquierda y luego recolectar las frutas- Exclamó la omega.

-Tu no me dices que hacer babosa- El albino le saco la lengua.

-Como me dijiste?!-

-Yaya chicos- Haibara trato de calmar a sus compañeros.

...

Después de una media hora el menor se había vuelto a aburrir, pero está vez tenía sueño.

Este se tambaleaba, siendo notado por el pelinegro, quien se acercó más al albino, haciendo que su cabecita se recostara sobre su hombro.