𝐇𝐈𝐒 𝐅𝐀𝐂𝐄⁰¹ ½ || 𝐎𝐧𝐞 𝐏𝐢𝐞𝐜𝐞 𝐋.𝐀

》𝐒𝐄𝐂𝐎𝐍𝐃 𝐊𝐈𝐒𝐒

In your eyes

I see there's something burning inside you

Oh, inside you

In your eyes

I know it hurts to smile but you try to

Oh, you try to

"Amó sentir que lo tenía entre sus brazos, en ese aburrido lugar en medio de la nada"

AMBOS chicos andaban a paso rápido en camino al punto de encuentro. En todo el trayecto paseaban rápidamente su mirada de un lado a otro con la mandíbula apretada, deseando no encontrarse con algún marine que quisiera arrestarlos.

Vaya situación tan problemática en la que se metieron... Solo esperaban que Marco no se enterase.

─Cuando salgamos de esta, iré a un convento para reintegrarme en la sociedad ─murmuró a sí mismo el albino.

─Yo dejaré de robar comida... solo comida ─dijo burlesco el azabache.

─Pero ya enserio... ¿Cómo saldremos de esta? ¡Sin que mamá se entere!

Mamá, aka: Marco el Fénix.

─¡Estamos obligados a ir a la cárcel! ¡Por cuatro putas razones!

─¡¡Dos de ellas son 100% tu culpa!!

─¡¡Y una se pudo haber evitado si no fuera por tu culpa!!

─¡¡Desde un principio todo fue tu culpa!!

─¡¡Y tú me seguiste, también es tu culpa!!

─¡¡¿Cuál es el sentido de esta conversación?!!

─¡¡No tengo idea, solo sé que es tu culpa!!

El bullicio siguió por todo el transcurso hasta que chocaron con algo un poco grande, peludo y acolchado.

─Lo siento mucho, señooooor(? ─dijo el albino mientras miraba con lo que chocaron.

─... Dede... ¿Qué es esta mierda-?

─No lo sé. Pero cállate, hay una persona allí dentro.

Ambos miraban esbozando una sonrisa entre la confusión y la extraña sensación de nervios.

Frente a ellos yacía una botarga de tres metros de oso color rosa bebé, ojos redondos y negros con una tierna sonrisa.

Uh...

Los miraba fijamente con los brazos extendidos a los lados.

Jodidamente intimidante.

─... nos vamos ─sugirió Kaede.

─Vámonos.

─Con permiso ─dijeron ambos rodeando la botarga por los lados y siguieron su camino.

Los dos siguieron caminando sin decir nada, totalmente desconcertados y nerviosos.

─Ace ─le llamó sin mirarlo.

─¿Qué?

─Nos está siguiendo, ¿verdad...?

El azabache miró de reojo hacia atrás, notando la botarga a unos metros con un andar lento.