Semilla

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—A ver Horacio yo te voy a ser sincero...

Silencio, puedo ver como habla por como sus labios se mueven al ritmo de sus palabras pero mis oídos no escuchan nada, simplemente el silencio, puedo ver su rostro, parece incómodo por tener que hacer esto.

Siento mis oídos pitar y mi pulso totalmente acelerado, cuando termina de hablar lo miro por unos segundos y no aguanto más, salgo de allí sintiendo el dolor en mi pecho, salgo de allí casi corriendo sin poder escuchar nada ni nadie, mi estómago está revuelto y siento como todo da vueltas a mi alrededor.

Llego a una calle, no sé cual es, no sé como he llegado ahí ni como de lejos estoy solo sé que no aguanto más y comienzo a vomitar, vaciando mi estómago por completo en la acera, cuando termino mi respiración está acelerada, me falta el aire mientras miro al suelo.

—Joder, Horacio... —Escucho la voz de Gustabo pero no lo miro, sé que está mirando lo mismo que yo, el suelo.

La acera, de color gris, triste como siempre se tiñe de diferentes colores, amarillo, rojo, violeta, las flores llenan el suelo de forma hermosa y asquerosa a la misma vez. Me limpio la boca con la manga del uniforme sin importarme mancharme y Gustabo me abraza, dejando algunos golpecitos en mi espalda en señal de afecto y de comprensión.


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Morir por amor debe ser la cosa más hermosa y dramática que puede existir, tal vez pueda parecer bonito pero realmente no lo es, cualquiera puede morir por amor, es conocida como «la enfermedad del crush» o, mejor conocida por algunos «la enfermedad del rechazo»

Cuando la persona que te gusta te rechaza flores comienzan a crecer en tu pecho, literalmente, llenan tus pulmones y hacen que vomites sin parar pétalos, cuando te quieras dar cuenta hay tantas flores en tu interior que el dolor es insoportable y tu cuerpo colapsa, matándote por completo.

Morir por amor debe ser la cosa más hermosa y dramática que puede existir y yo ya estuve a punto de morir por el una vez, Dex no me rechazó, no me dijo que no cuando le expliqué mis sentimientos pero me abandonó y eso hizo que sintiera el rechazo y las flores comenzaran a crecer, yo hasta ese momento no le había dicho nada a Gustabo de la existencia de Dex pero, cuando me vio vomitando flores sin parar no me quedó más remedio que decirle la verdad.

Aquella vez me salvé, me salvé porque Gustabo me convenció de extirpar las flores, sin duda una operación dolorosa y a la vez, sanadora, porque una vez despiertas los sentimientos se van con las flores y solo quedan los recuerdos, aunque los recuerdos sin sentimientos son como hojas en blanco, las ves, pero no hay nada en ellas, nada que realmente te importe.

Suspiro y miro la hora en mi teléfono de nuevo, ha pasado un minuto desde la última vez que lo miré y nada ha cambiado, estoy tumbado en la cama de ese piso carísimo que casi no puedo pagar, con la soledad como única compañía y el pecho ardiendo.

Cuando te rechazan tu mente se llena de rechazo, de razones por las que esa persona puede no sentir nada por ti, encontrando motivos que antes no pensaste que podían serlo.

¿Será por mi pelo? ¿Será porque soy demasiado escandaloso? ¿No le gusta como visto? ¿Será porque soy hombre?

Y realmente, por muchos motivos que encuentre de porque Volkov me ha rechazado, no importa, porque es un hecho que me ha rechazado y es lo único que importa. Llevo la mano a mi pecho, apretando en mi puño mi camiseta vieja que uso de pijama, sintiendo el dolor tan bien conocido por mí.

Only love nobody dies ~Volkacio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora