Lobos milenarios (libro 5)

Capítulo 13. La jodida Mónica Birch

MÓNICA

Así que, estaba sentada allí, ¿verdad? Ocupándome de mis asuntos.

Acababa de terminar una llamada con el productor de un programa muy popular con un presentador muy conocido en YouVision, y ¿adivina quién había conseguido un hueco para una entrevista?

Así es. Su servidora.

Mira, no ha sido fácil.

Me exilié.

Intenté empezar una nueva vida en la manada de Texas.

Simplemente no podía conseguir nada desde abajo. No tenía contactos. No tenía conexiones.

Tuve que volver a Mahiga Note.

Aquí era donde conocía a la gente.

Aquí era donde tenía las fuentes.

Esta manada, la gente que dirige esta manada, es la gente de la que tenía que contar historias.

Así que sí, estaba de vuelta.

Y sí, había estado ocupada.

De ahí que no fuera del todo una sorpresa ver al Alfa Aiden Norwood y a su Beta, Josh Daniels, irrumpir.

AIDEN

La jodida Mónica-Birch.

La mujer que casi nos arruinó la vida con su horrible programa de televisión "Compañeros Reales", hace un tiempo.

- ¿Qué demonios? —dije—. ¿Tú eres Robin Chamic?

- Un pequeño anagrama —dijo la mujer de pelo rizado con una breve risa.

Se puso de pie, sosteniendo un iPhone.

- ¿Nos estás grabando? —preguntó Josh.

Con un exagerado encogimiento de hombros, Mónica amplió los ojos y sonrió.

- Tal vez.

- Vale, graba esto, zorra —dije, concentrando toda mi rabia en ella—. Has matado a Selene Mercer-Gibbs. Estamos aquí para llevarte de vuelta a la Casa de la Manada.

- ¿Qué? —Mónica jadeó.

Parecía realmente sorprendida, pero siempre fue muy manipuladora.

Con una mirada a su teléfono, pulsó un botón y lo dejó sobre su escritorio.

- Mirad, amigos... Seré una perra. No soy una santa. Tengo que hacer lo que tengo que hacer, y a veces no está precisamente lleno de integridad periodística. ¿Pero un asesinato? No nos volvamos locos.

- ¡La mataste para conseguir la primicia! —declaró Josh.

- Has pasado de 200 seguidores a más de 50 mil —añadí.

- ¿En Yapper? Sí, es cierto —dijo, acicalándose—. No voy a negar que todo este asunto con Selene ha sido bueno para mi carrera. Pero yo no la maté.

Ella miró de mí a Josh y de vuelta.

- Dime. ¿Qué pruebas tienes que me conectan con el crimen?

- Tienes imágenes de la escena del crimen —dije.

- ¿En mi canal YouVision? —dijo Mónica—. ¿Y crees que eso demuestra algo?

Llevándose una mano a un lado de la boca, bajó la voz a un susurro escénico.

- Tengo una fuente en la Casa de la Manada. Así es como conseguí las imágenes.