Capítulo 11. Un pájaro rojo en un árbol blanco

2.4K 104 8
                                    

SIENNA

Rowan volvió a gritar. Aiden y yo nos dirigimos a su dormitorio.

Se retorcía entre las sábanas, con los rizos castaños pegados a la frente y los ojos cerrados.

Me apresuré a ir a su cama, me senté en un lado y Aiden en el otro.

Puse una mano tranquilizadora en el brazo de Rowan.

—Hola, amigo —dijo Aiden en voz baja.

Rowan abrió los ojos y se llenaron de lágrimas.

Cuando empezó a llorar, lo recogí en mis brazos, abrazándolo.

- Sólo ha sido un mal sueño —dijo Aiden, acariciando su espalda.

Me dedicó una pequeña sonrisa por encima de la cabeza de Rowan, pero yo seguía preocupada.

- Ya, está bien, cariño —murmuré en el pelo de mi hijo.

Después de un momento, sus sollozos se calmaron y me aparté para encontrarme con sus ojos.

- ¿Fue una pesadilla? —pregunté.

Asintió con sus ojos verdes, enormes en su rostro manchado de lágrimas.

- Un pájaro rojo. En un árbol blanco —susurró.

- ¿Eso es todo, amigo? ¿Un pájaro? —preguntó Aiden, con un tono ligero.

No minimices esto, Aiden...

- ¿Un pájaro rojo? —dije.

- Te hirió, mamá. Y a ti, papá.

Empezó a llorar de nuevo.

- ¡Os ha picoteado la cara! ¡Estabais sangrando!

El corazón me martilleaba en el pecho.

- ¡Entonces vino por mí!

Este no era un sueño normal, ¿verdad?

- Vale, cariño, vamos a levantarnos y a ir al baño —le dije, ayudándole a levantarse de la cama mientras seguía sollozando.

Su pantalón de pijama estaba mojado.

No había mojado la cama en dos años.

Sentí un escalofrío.

Esto no parecía un mal despertar ordinario.

Después de ayudarle a asearse y cambiarse, llevé a Rowan a la cocina.

- Te haré un poco de leche con miel —le dije.

Se desplomó en una silla de la mesa de la cocina, todavía moqueando.

Aiden se acercó y me susurró al oído.

- Sólo es una pesadilla, Sienna. No creo que sea buena idea darle importancia.

- No estoy segura de que eso sea todo. ¿Y si es una visión?

- ¿Una visión? —las cejas de Aiden se fruncieron.

- ¿La noche del asesinato habló de "champán" o la forma en que habló del "color" de Selene?

Me acerqué a la nevera y saqué la jarra de leche. Aiden me miró a mí y a Rowan cuando empecé a calentar la leche en una olla.

La preocupación por mi hijo hizo que mis músculos se agarrotaran al moverme.

- Sólo está estresado por todo lo que está pasando —dijo Aiden en voz baja—. Es un momento traumático. Debía tener alguna reacción.

Lobos milenarios (libro 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora