Lobos milenarios (libro 5)

Capítulo 20. Thanda

AIDEN

¿Cómo?

¿Cómo se las arreglaban mis padres para encontrar el peor momento para meter sus narices en mi vida? ¿En la vida de la manada?

Empezaba a sentirlos como con una especie de superpoder mutante. La asombrosa capacidad de entrar en escena y hacer que todo fuera cien veces peor.

Josh tartamudeaba desde su lugar en la cabecera de la mesa mientras Charlotte y Daniel se acomodaban en dos sillas vacías.

La mujer desconocida que había entrado con ellos se dirigió a la parte delantera de la sala del consejo, donde respondió a la furiosa mirada de mi Beta con una de distante diversión.

Tenía una piel impecable de color oscuro y noté un parecido inmediato con Gregory Singh en sus grandes ojos marrones.

- ¿Quién demonios eres tú? —Josh exigió.

Sin pestañear, respondió.

- Thanda Singh, abogada. Estoy aquí para representar los intereses de la Manada de la Costa Este y de la señora Mercer-Norwood.

Thanda Singh hablaba con un acento abreviado de Nueva Inglaterra que destilaba influencia y dinero antiguo. No se ofreció a estrechar la mano. Tampoco lo hizo Josh.

- Thanda es nuestra abogada personal —dijo mi madre.

- Y mi hija menor —añadió Gregory, confirmando mis sospechas.

- Thanda se graduó como la mejor de su clase en Cornell. Cuando me puse en contacto con su padre sobre la gravedad de la situación actual, insistió en que la contratásemos para sustituir a Jeremy Gibbs.

Como si fuera tan fácilmente reemplazable.

Respiré hondo y apreté los puños, clavando las uñas con fuerza en la carne de las palmas de las manos hasta que la ola de ira pasó.

Intentando ocultar que apretaba la mandíbula, me volví hacia la nueva abogada.

- Desgraciadamente —dije—, la autoridad para contratarte no corresponde a mi padre. Ni a tu padre. Yo soy el Alfa de esta Manada. No permitiré que socaves mi autoridad interrumpiendo esta reunión ni un momento más.

Señalé hacia la puerta abierta, esperando que por una vez fuera así de fácil.

- Si me permite la oportunidad, Alfa Norwood, creo que puedo serle de gran utilidad en este momento crítico.

Thanda se encontró con mis ojos por primera vez, y pude ver inmediatamente por qué su presencia irritaba tanto a Josh.

Definitivamente era una dominante.

Quedaba por ver qué más era.

Thanda continuó hablando con la misma voz nivelada.

- Sobre todo, cuando se trata de conseguir que Sienna vuelva a casa inmediatamente para estar con su familia.

Eso me llamó la atención.

Sienna sólo llevaba unas horas fuera, y sentía que todo mi mundo se estaba desmoronando.

No podía lidiar con todo esto por mi cuenta. Necesitaba a mi compañera.

- Bien —le espeté—. Tú te quedas. Madre, padre. Tenemos que hablar en privado.

JOCELYN

Todos escuchamos los gritos apagados que venían del pasillo mientras Aiden discutía con sus padres sobre lo que era mejor para la Manada.