Me desperté temprano como era habitual para preparar el desayuno, pero como faltaban algunos ingredientes decidí ir a comprarlos. No creo que ninguno de los hermanos se despierte mientras no esté. Iván había estado jugando en la computadora toda la noche mientras que Valula no solía levantarse temprano y menos hoy que era feriado. Pensaba aprovechar este día en estudiar para un parcial que iba tener en unos días. Igual estaba seguro que iba a aprobarlo. Estuve una semana dedicándole cuatro horas de estudio. No quería sacarme una mala nota en ese parcial cuando ya desaprobé uno y se me fue toda la estabilidad emocional.
—¿Gerchu? —ay, no. Santiago. —¿Cómo estas, amigo?
—No somos amigos.
—Qué mala onda que sos. No importa, ¿Cómo esta Valula?
Mire las góndolas, buscando un paquete de harina.
—Ella está durmiendo todavía.
—Sí, ella ama dormir... ¿Estás buscando harina?
—Sí, pero parece que no hay.
¿Cómo iba a hacer waffles sin harina?
—Tenes suerte, Gerchu.
—No me digas Gerchu.
Santiago saco de su carrito un paquete de harina para dármelo.
—Toma, te lo doy.
—¿Por qué?
—Lo puedo comprar en otro lado. Además, ¿es para los waffles de Valula? Ella ama los waffles con crema y frutillas.
—Sí, lo sé bien. La conozco más años que vos.
Santiago se rio.
—¡Nos vemos Gerchu!
Miré el paquete de harina cuando se fue y me di cuenta que actué medio como forro con él. No me caía bien, pero tampoco tenía que tratarlo mal cuando técnicamente no me hizo nada. Después de poner todas las cosas en el carrito, fui a la caja a pagar. Por suerte no hubo una fila tan larga. Al llegar al edificio me encontré con algunos vecinos y los saludé a todos. Una vecina me ofreció galletas de chocolate y las acepte porque sabía que Iván estaba harto de los waffles.
—Buenos días —me dijo Valula para después bostezar.
Hasta bostezando se veía hermosa.
—Buenos días. Me sorprende verte levantada tan temprano.
—Es que acosté temprano, y no hay agua caliente. Me voy a ir a preguntarle al portero qué onda.
—Bueno, mientras hago el desayuno.
—¿Qué vas a hacer?
—Café y waffles con crema.
Valula sonrió, haciendo que también lo hiciera. Algo que no esperé fue que ella me guiño el ojo antes de salir del departamento. Ahora no iba a dejar de sonreír nunca e iba a recordar eso todo el tiempo.
—¿Por qué le sonreís a nada? —me pregunto Iván, saliendo de su cuarto con su típica cara seria. —¿Te volviste loco?
—No, solo el día es hermoso.
—Sí, claro.
Iván se fue a acostar al sillón para seguramente seguir durmiendo. Minutos después volvió Valula. Su hermano ya estaba profundamente dormido. No sabía como hacía Iván para dormir con tanta facilidad. Debo admitir que es algo sorprendente.
—La vecina me dio galletas de chocolate por si querés comer algunas mientras preparo los waffles —le dije a Valula desde la cocina.
—¿Germán te puedo hacer una pregunta?
Intenté no ilusionarme con escenas de confesión de amor como en las películas. Aunque siendo realista eso jamás pasaría.
—Sí, podes hacerme todas las preguntas que vos quieras.
—¿Es verdad que desaprobaste el parcial por ir conmigo al boliche en vez de quedarte en casa a estudiar?
—¿Quién te lo dijo?
—Entonces, es verdad. Germán podías negarte a ir, ¿por qué dijiste que sí?
—¿Iván te lo dijo?
—Germán eso no importa ahora.
—Me importa a mí.
—¿Por qué lo hiciste?
La miré a los ojos y no pude evitar acordarme de cuando estuvimos en el baño del boliche la otra vez. Valula se había puesto mal porque Santiago se beso con otra y se fue a llorar al baño. No me importo nada y me metí al baño del boliche para consolarla.
—Santiago es un idiota por hacerte llorar —le dije, abrazando su cuerpo en el piso del baño del boliche. —Te mereces a alguien mejor.
—Pero no quiero a alguien mejor...lo quiero a él.
Escuchar eso me rompió el corazón, pero sus palabras no eran tan lejanas a las que yo diría si estuviera en la misma situación.
—Solo es un parcial —contesté, saliendo de mis pensamientos para mirarla. —Prefiero desaprobarlo que haberlas dejados solas en el boliche a Constanza y a vos.
—Germán se que estuviste llorando por desaprobar el parcial. No sos discreto cuando te sentís triste y una prueba es el parlante sonando música triste.
—Estoy bien. Estoy estudiando para el recuperatorio y los demás parciales que tengo esta semana.
Comencé a preparar el desayuno como todas las mañanas, pero algo se sintió diferente. No sabía que era. Mientras se separaban los waffles. La miré a Valula y noté qué no tenía su relleno. Ella solía usar relleno en su corpiño para el pecho que le faltaba para dar la ilusión que lo tenía. Recuerdo que en el baño del boliche ella me dijo que si lo tuviera tal vez Santiago la amaría. Estaba totalmente equivocada. Santiago ni siquiera estaría con ella si no le gustara su físico, pero amar era otra cosa distinta.
Si tan solo me diera la oportunidad podría demostrarle que ella no era el problema. Ella jamás sería el problema.
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Vakugan ; German usinger, unicornio
FanfictionValula es fan de la serie Bakugan y German de ella.