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Sergio Pérez era un joven Omega de años con muchos sueños por delante; uno de sus mayores sueños era ser campeón de Fórmula 1, al cual hasta ahora había conseguido el subcampeonato. Era un Omega que había sido fichado por uno de los resaltados equipos de la F1, Red Bull Racing, desde pequeño estuvo involucrado en el mundo del motorsport, participando en el karting, siendo, con solo seis años, Checo terminó su primera temporada en segunda posición de la general y con cuatro victorias en su categoría. Cuando empezó en la formula 1, ficho por Racing Point F1 Team, y hace poco había sido fichado oficialmente por RBR. Ser Omega lo había considerado una desventaja en su carrera donde habían Alfas salvajes y territoriales que dejaban salir sus más oscuros y bajos instintos primitivos para dominar en el circuito.

Habia conocido Alfas desde castas puras y dominantes hasta Alfas de castas dominantes que eran sometidos por los anteriormente mencionados. Había visto peleas por las posiciones, por la carrera y por ganar. Por tomar lo que era suyo. Y Checo lo había visto en Max Verstappen. Sergio lo había visto, la bestia que era en la pista, haciéndolo desear cada que estaban cerca y era algo que no podía ocultar a la perfección.

Max solía evitarlo y él estaba enterado porqué, no era mentira que el Alfa había encontrado a su pareja destinada y esa era él, lo sabia porque él también lo sentía.

Sergio lo necesitaba, lo quería y lo deseaba. Era algo que habia descubierto desde la primera vez que se vieron y lo necesitaba tanto como el aire que respiraba, que estaba dispuesto hacer todo lo que su casta le permitiera para tenerlo con él.

Un sonido lo hizo dingir su mirada hasta su teléfono donde el mensaje de Charles se leyó en la bandeja de mensajes, indicandole que pronto la camioneta pasaría por el para ir a la fiesta privada del equipo y algunos compañeros de la parrilla con el fin de celebrar ambas victorias conseguidas por los pilotos.

Se vio al espejo en aquel traje sin corbata. Peinó su cabello una vez más y tomó en poco de su colonia, no le gustaba usarla tanto ya que su aroma a melocotón y chocolate siempre sobresalía de él. Las seis de la tarde se marcaron en su reloj y pronto la camioneta estaba afuera esperándolo antes de bajar y subirse a ella.

Las calles principales de Las Vegas comenzaron a alejarse de su campo de visión para entrar a un lugar parecido a un campo abierto donde se veía una ostentosa y hermosa mansión donde se llevaría acabo aquella fiesta privada.
Sus manos jugaron entre sí, nervioso e inquieto mientras su pierna se movía de arriba hacía abajo ansioso por llegar.

Bajo de la camioneta cuando llegaron a las puertas principales de aquel lugar y miró en dirección de Leclerc quien salió a su encuentro abrazándolo por los hombros

Pensé que llegarías tarde– lo escuchó decir mientras el Omega reía y negaba.

Vamos, entremos. Ya casi todos estamos aqui.

No quiero beber– murmuró mirando a su amigo quien solo río y asintió despeinando el cabello de su amigo. —O bueno, solo un poco.

Ambos rieron cuando llegaron al salón principal entre risas y bromas empujándose entre si.

Verstappen quien se encontraba ahí con un traje oscuro miro en dirección de aquellas risas encontrándose con la mirada marrón de ese bonito Omega que no dudó en conectar miradas con aquel. La piel del Omega se erizó y rozó con la tela de aquel traje que llevaba sintiendo como de pronto ésta se volvía ajustada y acalorada para el.

«Si solo quiero ser tu Omega»

Esas palabras seguían llenas de vida en la mente del Alfa quien devoró con la mirada el cuerpo de ese Omega en aquel traje. El Omega percibió aquella mirada y una sonrisa se curveó en sus labios antes de palmear los hombros de su amigo y caminar en dirección del Alfa que poseía aquel vaso de licor.

•| Into you |•  Chestappen/Perstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora