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Verstappen miró su celular una vez más durante el viaje al hotel mientras veía algunos escándalos sobre su reciente divorcio. Su matrimonio solo había sido cuestión pública, sus hijas también fueron un acuerdo más. Su ex esposa ahora se aprovechaba de aquella situación para sacar el mejor y más provecho para ella, su escándalo por la pelea de la custodia de sus hijas seguía en pie y en el auge en las redes.

Muchos cuestionaban si sus hijas estarían solas en paddock o con alguna niñera observando a su padre competir, la verdad es que no lo sabía, estaba preocupado por ellas y por él mismo bienestar de sus hijas. Y por otro lado, su mente se mantenía ocupada en la imagen de ese Omega que había marcado.

No era mentira que en parte se habían dejado guíar por sus instintos primarios y habían hecho lo que en su momento sus partes animales dictaron pero sabía que esa decisión había sido consensuado por ambos y sus partes cuerdas. Ambos lo habían querido.

Max queria confiar en ello y en el plan que ambos tendrían para mantener esa relación; Sergio era un "chiquillo", pero la forma en que hablaba lo hacía lucir más maduro, pero sabía que muy en el fondo, seguía siendo un chico de veintidós años. No desconfiaba, pero si temía.

El auto se detuvo frente aquel imponente hotel, Checo le habia informado mediante un mensaje que su auto había llegado una hora antes que él. Aún no sabía cómo burlarían a la seguridad pero lo único que pudo hacer fue tomar sus cosas y bajar de aquel auto, los periodistas estaban afuera esperando por los pilotos y comenzando hacerle preguntas sobre sus expectativas en el la última carrera.

La única expectativa que el Alfa tenía era encontrarse con su Omega y mantener a su lobo en calma.

Respondió algunas preguntas con una sonrisa incómoda en su rostro, evitando las preguntas de índole personal sobre su divorcio y la custodia de sus hijas antes de entrar por completo al hotel y hacer el registro completo..

«Ya estoy en el hotel»

Tecleo rápido el mensaje mientras guardaba su celular y acomodaba su mochila sobre sus hombros y miraba en dirección de sus compañeros quienes parecían emocionados por estar en Abu Dhabi, una emoción que el Alfa no compartía ahora.

-¿Estas bien, Max? -Emilian miró en dirección de uno de los pilotos. -Tus feromonas están pesadas hoy.

-Quizá es el cansancio, Lando -sonrió mientras veía al Omega asentir y sonreír mientras palmeaba ligeramente su hombro.

Las habitaciones fueron repartidas entre ellos. Max le informó que iría a su habitación, con la excusa de que estaba cansado.

El Alfa no perdió el tiempo en caminar hasta el ascensor y subir en él, presionando el piso que lo llevaría hasta donde se encontraba su habitación. La situación era que Sergio se encontraba dos pisos abajo de la suya y que seguramente él compartiría habitación con su amigo inseparable.

•••

-Detesto Abu Dhabi -masculló el Omega tirando sus cosas sobre su cama. Su lobo se sentia triste y solo mientras en su mente reinaba la imagen de su Alfa llena de vida.

Habían llegado hace una hora al hotel y todo el viaje había sido un dolor de culo para él Omega, no solo literalmente, había estado revisando las redes y los noticieros sobre la última carrera y había cierta burla por parte de los medios y la prensa amarillista hacia el divorcio de su Alfa y de sus cachorras, algo que lo molesto sin duda.

La parte baja de su espalda dolía un poco pero con los analgésicos que le había pedido al médico pudo calmar esos dolores. Había sido toda una travesía llegar hasta ese hotel, habían pasado por muchas cosas entre ellas seguir los reglamentos que el país estipulaba.

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⏰ Última actualización: Feb 20 ⏰

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