Tres años despuésDain.
Me paso la mano por la cara con frustración. Hace tres años me case con Zia rompiendo el corazón de Annie… mi Annie.
Cada vez que lo pienso me maldigo un poco más por la manera tan estúpida e inmadura en la que maneje las cosas, por la forma en la que la dañe. Si tan solo hubiera…
Trate de seguirle la pista pero desapareció de mi radar cerca de año y medio, como si se la hubiera tratado la tierra, como si a propósito hubiera sido aislarse del mundo.
Cada vez la extraño más, cada vez que cierro los ojos sus bonitos ojos azules parecen en mi mente… Pensé que con él tiempo la olvidaría, me mentí mil veces diciendo que ella era algo pasajero pero su imagen dolida el día de la boda no deja de ser tortuosa para mi y lo merezco por lo imbécil que fui con ella.
Me arrepiento tanto de no haber tenido el valor de luchar por ella, de haber permitido que mis padres volvieran mi vida miserable. Porque, sí, yo adoro a Zia… Como una amiga, una hermana pero ese cariño jamás se va a comparar con el amor apabullante y abrumador que me hacia sentir Annie, en toda esa burbujeante sensación cada que mis manos acariciaban su menudo cuerpo.
Y como para torturarme un poco más cada que me toca viajar a Austria, Rusia o Irlanda siempre llevo el libro que escribo sobre nosotros —ese donde expresa como poco a poco se enamoró de mi y la manera en la que le rompí el corazón.
Lo he leído tantas veces que pienso que en cualquier momento se va a despedazar por todas las veces que lo utilizo, y es que, ese es un recordatorio de todo el daño que le hice.
El punto es que hace poco mas de año Annie volvió a aparecer en redes sociales tan diferente a la persona que conocí.
Anuncio su nuevo libro: uno de fantasía. Y para dar la noticia de que en conjunto con su amiga Eyra abrió una editorial en Oslo la capital de noruega, país natal de su amiga.
En su pots —Sí, me lo leí todo incluido los comentarios — muchos preguntaban si habría continuación de su último libro, a lo que ella respondió: <<que por el momento no estaba interesada en escribir romance>>. Pero eso no es lo que me tiene como un maldito neandertal azotando la Macbook contra el maldito escritorio una y otra vez con furia.
Lo que me tiene así es unas fotos que han empezado a circular donde se especula que esta empezando un nuevo romance con un Corea llamado Park Shin-yu.
Un grito de frustración me abandona cuando una foto de ellos dándose un beso aparece en mi cabeza.
Se que no tengo ningún derecho a sentir celos. No tengo derecho de sentir nada. Cuando fui yo quien la dejo, cuando fui yo el que nunca le di el lugar que se merecía en primer lugar pero no puedo evitar arden en celos. Me repito una y otra vez que no tengo derecho, pero la ira no deja de creer a cada segundo que pasa.
Mi teléfono suena en el bolsillo de mi pantalón, por lo que lo saco y contesto sin ver quien es.
—¡¿Qué?! —contesto, con brusquedad.
—Dain —la voz de Liv suena aliviada cuando habla—. Tienes que venir…
—Ahora no es un buen momento, Liv —la interrumpo porque justo ahora todo lo que necesito es encontrar la manera de calmar el ardor en mi pecho.
Un sollozo me pone alerta y hace que merme un poco las ganas de destruir la oficina en la que me encuentro.
—Zia —dice con un hilo de voz —. Ella… ¡Dios! —un sollozo la abandona —. Ella está muy mal, tienes que venir ahora.
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Lo Que Nos Une
General Fiction¿Qué queda después de un ruptura? Un corazón roto, recuerdos dolorosos y mucho amor de la persona que lo doy todo. Rota y en pedazos Annie trata de seguir adelante con su vida, trata de enterrar que alguna vez sonrio con sus besos, que en sus brazos...