Remus Lupin ~ +18 ~

467 13 0
                                    




~ +18 ~




La luna llena estaba a dos días y esto causaba que Remus estuviera vulnerable, pero esta vez fue un poco diferente a las veces anteriores. Notaste que Remus no había bajado a comer así que te preocupaste y fuiste a verlo, al llegar a su habitación viste que todo estaba desordenado y lo viste a él sentado en el borde de la cama.

Amor... ven... te necesito... —dijo en tono de suplica para que fueras hacia donde él.

Mi amor, que tienes? —Te acercaste rápidamente. El lobo parecía estar completamente vulnerable e indefenso a tu vista, nunca se había mostrado tan débil como ahora y necesitaba tu ayuda, como nunca se la habías negado.

Por favor, amor...—murmuró mientras te cogía la mano y te la llevaba hacia él, Caes en sus piernas, pasas tus manos por sus hombros a su cuello. Los ojos de el lobito se cerraron repentinamente mientras te sentabas mejor sobre sus piernas, sentía tu calor y respiración cerca de él.

Por favor...—murmuró otra vez algo ansioso mientras te apretaba contra su pecho. Lo abrasas más fuerte apretando tus muslos alrededor de su cadera, y empiezas a dejar besos cortos pero suaves y con ternura por toda su cara, el se lamía los labios, deseando que lo besaras.

Pasas tus besos a su cuello y las manos a su abdomen. Parecía no tener fuerza para moverse, estaba completamente indefenso, tus manos y tus besos causaban que el pusiera una enorme sonrisa en su rostro mientras tú descendías por su cuerpo. Quitaste su camiseta y  bajando los besos por todo su abdomen a pelvis.

Que es lo que quieres mi amor? —preguntas susurrando de forma seductora. El lobo suspiró a manera de respuesta mientras abría y cerraba los labios como si quisiera hablar pero no tenia voz para hacerlo.

Indicarme que es lo que quieres —El lobo te miro a los ojos, sus manos se dirigieron hacia tu cintura y empezaron a subir hasta llegar a tus hombros, y con un poco de fuerza hace que tu te levantaras de el y que el pudiera levantarse de la cama para que no lo vieras. te levantaste de la cama acercándote a el, lo abrasas por la espalda y pusiste tus manos en su pelvis acariciando levemente.

El lobo se estremeció cuando tus manos lo acariciaron y más aún cuando lo abrazabas por la espalda, no podría moverse y tampoco quería ya que sabía que ahora era tu turno de divertirte con él.

Bajas aún más tu mano por debajo del pantalón y acaricias levemente sus partes. El lobo no se atrevió a hacer ninguna señal de miedo o de rechazo, estaba completamente indefenso a tu merced. Comienzas a estimular a Remus con tu mano mientras besabas su hombro. Esto era lo que el estaba esperando de ti, un momento en que el podía dejarse llevar sin pensar, y así lo hizo, cuando tus manos empezaron a moverse de arriba hacia abajo.

Esperabas esto? —Susurras en su hombro, el lobo sólo susurró un débil "si..." Continúas por unos minutos sintiendo como lo estaba llevando a su límite de placer, sigues besando su hombro y su cuello notando con su cuerpo estaba ardiendo. El lobo gemía suavemente frente a ti y sus manos se movían inconscientemente por todo su cuerpo con cada uno de tus movimientos, sus ojos se habían cerrado mientras intentaba no perder su control.

Vamos mi amor, no te contengas —Besando el punto débil de su cuello, aumentas la velocidad, bajando su pantalón para que fuera más fácil. El lobo gimió un poco más fuerte, te agarraba las manos para que pusieras más presión con ellas.

Presionas más fuerte, escuchando sus hermosos, fuertes y constantes gemidos, notando cómo ahora apretaba la tela de tu camiseta, pronto echo su cabeza hacia atrás soltando un gemido ahogado. El lobo se retorcía, hasta que de pronto hubo un silencio total..

Bajas la velocidad de tu mano al ver la liberación de Remus escurriendo, mientras respiraba con dificultad por la sensación tan placentera. En ese momento el lobo solo se limitaba a gemir mientras se retorcía tratando de mantenerse de pie, sus ojos estaban cerrados y su respiración completamente alterada. No tardaría tanto tiempo en que sus suaves gemidos tuvieran otro cambio brusco...

Quieres que pare? —preguntas susurrando al ver cómo había llegado al éxtasis. Hubieron un momento de completo silencio hasta que, al parecer, el lobo se pudo controlar, sus gemidos empezaron a bajar su volumen y a ser no tan agudos. El susurró un "no..." y se agarró fuertemente tu cuerpo.

Continúas dándole placer aumentando la velocidad de los movimientos otra vez, con la otra mano lo jalas llevándolo a la cama, te recuestas tu primero pegada a la cabecera y haces que se recueste con su espalda en tu pecho. Todo su cuerpo se tenso otra vez, sus gemidos volvieron a subir, dándote a entender que no le quedaba mucho tiempo para que llegara a su segundo orgasmo.

El solo estuvo gimiendo con mucha fuerza hasta que de pronto, tocaron la puerta, y después la voz de uno de los tres merodeadores restantes se escuchó, el lobo se quedó completamente quieto, sus gemidos de placer se fueron transformando hasta que sólo era un ligero jadeo frente a ti. Tenía los ojos abiertos, pero aún seguía siendo vulnerable.

¿Remus? Están ahí? —preguntó James desde el otro lado de la puerta. El lobo se levantó lentamente de la cama, aun gemía de manera suave y el estaba completamente desvalido, sin ropa.

Creo... que no es un buen momento... —dijo con su voz normal.

Amigo vamos a ir a el lago, quieres ir? —dijo esta vez Sirius. Me levanté de la cama y lo tome del brazo volví a colocar mi mano en su miembro acariciando a una velocidad baja.

Diles que estás estudiando o que quieres dormir un rato —le susurré al oído llevándolo otra ves a la cama. El lobo gimió cuando tu mano lo acariciaban de manera suave.

Qu... si... me queda unos minutos, luego iré —dijo con dificultad con un poco de vergüenza.

Está bien solo déjenos pasar para poder cambiarnos —dijo James. El lobo solo gimió respuesta y se acostó en su cama sin ninguna fuerza ni ganas de levantarse. Cerraste las cortinas de la cama para que no se viera y con ti varita insonorizaste la cama, quite el seguro de la puesta para que pudieran pasar, los dos hablan animadamente y ni siquiera se percatan de nada de lo que está pasando contigo y Remus, quien gemía suavemente, se sentía un poco incómodo con ellos cerca pero te miraba de vez en cuando.

Con una mirada sensual y malvada aumentas la velocidad de tu mano generando demasiado placer al punto de que Remus tubo que taparse la boca con sus manos para no gemir, pero no le dabas la opción de bajar el ritmo.

Bien amigo, ya nos vamos —dijo James sin notar lo que pasaba detrás de las cortinas de la cama de Remus, el se esforzaba para no gritar y en vez de eso gemía fuerte hasta que sus amigos se habían ido del cuarto. La puerta se había cerrado y el levanto su cabeza para mirarte asta que llegó a su límite.

Remus dejó escapar un gemido tan fuerte que sonó en toda la habitación, después todo fue silencio, Remus quedo cansado, lo acurrucaste en tu pecho y acariciaste su cabello, besando su frente.

¿Puedo... puedo preguntarte... algo?

Claro cariño —le dije con amor y ternura.

Yo... ¿me... quieres...? —gimió, sus ojos no se alejaban de tu rostro.

Claro que sí mi amor, te amo, no lo dudes —besas la punta de su nariz, y lo abrasas con una mano acariciando su espalda y la otra en su cabello.

Los ojos del lobo se llenaron de felicidad mientras se movía un poco para poder abrazarte más firmemente. Los besos en su nariz y su cabeza eran tan cariñosos para el.

Ahora duerme, yo estaré aquí en todo momento mi amor —colocas una cobija encima de los dos, el lobo seguía gimiendo suavemente, pero un poco el sueño ya había empezado a acecharlo, sus ojos estaban medio abiertos, pero no estaban enfocados en algo en particular, sino que se perdían en tu pecho.

Amor... me tienes... —susurró con voz de sueño, ya estaba empezando a quedar dormido, te quedaste en silencio, cuidándolo en tus brazos toda la noche. Esperando a que se sientas mejor al despertar.

ONE SHOTS ~MULTIFANDOM~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora