Una pequeña niña admiraba su castillo de arena con gran ilusión, un poco deforme pero para ella era perfecto, fue corriendo a las bancas a pedirle a su madre juguetes para decorar su creación, cuando giró de regreso vio como un niño se levantaba sacudiéndose la arena de su cuerpo en el lugar donde antes había estado el castillo al que tanto empeño había puesto; el niño miró asustado en dirección a la pequeña niña que se acercaba llorando sin saber la causa de su llanto.
-¿Por qué hiciste eso? los niños son unos bobos- gritó furiosa, el tímido chiquillo no sabía que hacer-. ¿Por qué lloras?
-¡Destruiste mi castillo de princesa! hazlo otra vez- cayó de rodillas al suelo mirando triste la arena desmoronada donde antes se encontraba su castillo, a lo lejos escuchó a su mamá llamándole mientras arrullaba a su hermanito pequeño, pero ella siguió con su drama.
-¡Me tropecé, perdón! no quise hacerlo- excusó rápidamente nervioso, su mamá lo iba a regañar si se enteraba que hizo llorar a una niña pequeña-. Perdona, enserio- miró asombrado como la niña no paraba de llorar, ni un descanso a tomar aire se tomaba-. Hey, de verdad lo siento, no le vayas a decir a mi mamá, por favor- siguió intentando calmarla, pero nada funcionaba.
-¡Lo construyo otra vez!- automáticamente la niña dejó de llorar-. Por favor, ¡gracias!- el niño miró extrañado la carita tierna que lo miraba sonriente como si hace menos de cinco segundos no se estuviera quedando sin pulmones de tanto llorar; no le quedó de otra que construirle el castillo de nuevo mientras escuchaba a la niña hablarle sobre hello kitty.
-Mis amigos de la escuela me dicen que hello kitty significa hola demonio- comentó luego de platicarle sobre su fiesta de cumpleaños inspirada en ese personaje-. Me siento mal porque a mi me gusta mucho, y mi abuelita Estela dice que los demonios son malos pero hello kitty es muy linda- suspiró genuinamente frustrada.
-Tranquila, hello kitty significa hola gatito- levantó la mirada del castillo terminado para ver la gran sonrisa impresa en la cara de la más chiquita-. ¿Enserio? ¡amo los gatitos!- dijo dando pequeños saltitos de alegría.
-No le hagas caso a tus amigos, te mintieron- eso hizo que la niña se sentara- ¿Y cómo sé que no me estás mintiendo tú?- no lo dejó contestar porque rápidamente una idea se le vino a la cabeza-. ¡Ya sé! hagamos pinky promise, así se que no me estás mintiendo.
-¿Pinky promise?- preguntó confuso ladeando la cabeza.
-Es una promesa muy sagrada, que no se puede romper, si la hacemos me aseguras que no mientes, así sabré que tu dices la verdad- él no le encontró mucho sentido a ello, pero ella lo explicó tan solemne que no pudo evitar tomárselo en serio-. Así que, ¿pinky promise?- levantó el meñique y él se lo juntó.
La chiquilla feliz saltó a abrazarlo derrumbando el castillo de nuevo-. ¡Ya somos los mejores amigos del mundo!- el pequeño de diez años no entendió como el tropezar por culpa de las agujetas sueltas terminó con el siendo el mejor amigo de la niña con los pulmones más fuertes que había conocido porque le derrumbó su castillo accidentalmente, pero no se quejó.
Jamás se atrevería a quejarse respecto a ella, pensó Edward observando como el aire expulsado de su boca se teñía de blanco, se encontraba en la banca del mismo parque en el que se conocieron mientras a unas cuadras esa chiquilla llorona celebraba su compromiso, él decidió salir de la casa, temiendo subestimar su control, siempre había sido muy sensible. Dulces recuerdos llenaban su mente, abrazando el vacío en su corazón, ayudándolo a sentirla cerca sin tenerla al lado, acostumbrado a esa rutina después de años de práctica, solo mirando los juegos y arboles que adornaban el parque testigo del crecimiento de su amistad, su lugar, no importaba que tan cliché sonara, en ese parque se convirtieron en mejores amigos, tenían derecho a ser cursis, demándenlos quien guste. En ese instante, sumergido en soledad, miró en retrospectiva su vida, llevándolo a la noche en la que se habían escapado para verse en el parque antes de su mudanza a España.
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when you know, you know. [crymua]
RomanceYeri y Edward son mejores amigos. Infancia, adolescencia y adultez repleta de recuerdos uno con el otro. Las amistades duran para toda la vida, y las relaciones amorosas no, o eso es lo que dicen. Y es cierto. ¿Verdad? ¿Por qué arriesgarse? ¿Merece...