Reunión

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Sus suaves y calmadas respiraciones eran lo único que se podía oír en el interior de la luminosa caverna.

A pesar del ambiente pacífico el nerviosismo de ambos era palpable en el ambiente ...

Pero la paz siempre está destinada a desaparecer en algún momento.

En la entrada de la cueva se podían ver reflejados los rayos rojizos del sol del atardecer, la noche estaba por caer ... ambos lo sabían.

Una parte egoísta en ellos quería quedarse allí el resto de la noche, pero no podían ... tenían una reunión a la que acudir.

– Kyojuro, – el pelirrosa fue el primero en reaccionar.

Ambos hombres estaban recostados sobre el suelo de la caverna: el demonio, como de costumbre, estaba acurrucado encima del ángel mientras que el pilar lo abrazaba. Pero esta vez Akaza no miraba al pilar ... si no hacia la entrada de la cueva, observando como las piedras brillaban con el color anaranjado del atardecer.

– Está anocheciendo ... debemos ir a prepararnos para la reunión.

No hacía falta que se lo recordara ... Kyojuro era totalmente consciente de que estaba anocheciendo y que tenían que irse.

Pero no se sentía preparado para hacerlo ...

¿Cómo podría mirar a las caras de sus compañeros después de esto?

¿Cómo podría mirarles a la cara después de hacerles pensar que estaba muerto?

Aunque Senjuro les hubiese escrito una carta explicando que no eran demonios ... ¿de verdad le creerán?

Nada les aseguraba que no lo eran, ¿cómo podía probarles lo contrario?

Y la presencia de Akaza no es que les ayude a demostrarlo ...

¿Y su padre?

Oh ...

¿Qué dirá su padre?

Hacía mucho que no pensaba en su padre ... no había pensado en como va a confrontarle.

Cómo reaccionará a que su, supuestamente, difunto hijo, esté vivo y se lo haya ocultado, y que encima aparezca con el demonio que casi lo mata como aliado ... y como pareja.

Si antes lo consideraba un don nadie sin talento alguno ... ahora dará gracias sino lo despelleja nada más verlo (si Akaza no lo mata al intentarlo).

Su cabeza empezaba a dar vueltas sin parar como una peonza sobre el asunto que ni siquiera se había dado cuenta de que Akaza no dejaba de llamarlo.

Finalmente volvió en sí cuando el demonio se sentó sobre su regazo, cerniendose sobre él y con sus fuertes y tonificados brazos apoyados al cada lado de su cabeza.

Cualquiera que los viera pensaría que el demonio estaba apunto de devorar al ángel, pero lejos de la realidad solo quería captar su atención ... cosa que eficientemente logró.

– Kyojuro, cálmate, – la voz de su demonio encima de él sonaba demandante, – Casi puedo escuchar los mecanismos de tu cabeza trabajar, – comentó divertido sacándole una risilla al rubio que todavía estaba clavado debajo suya, – Todo va a estar bien, yo estaré allí.

Rengoku soltó una dolorosa carcajada que sono más como un suspiro de alguien agotado de la vida.

– ¿Por qué eso no me tranquiliza? – preguntó mirando a los gatunos ojos de su demonio.

– Oh, vamos ... no es como si fuese a matar a alguien.

– ...

– ...

Sangre de Ángel [Renkaza/Akaren] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora