Good thing my daddy made me get a boating license when I was fifteen

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Mi auto estaba estacionado en la parte trasera de la casa, así que no me preocupe por si alguien me veía cargando con el cuerpo de él. Una vez que abrí la puerta senté a Edward en el asiento del copiloto mientras aún estaba inconsciente.

Y ¡diablos! Creí que estaría asustada o nerviosa, pero solamente sentía una satisfacción retorcida por lo que había hecho.

Edward soltó una gruñido que me sobresaltó

La adelfa estaba tardando, mierda.

Frené frente al muelle donde estaba el bote se mi familia y luego de bajar de mi auto fui hacia el otro lado para comprobar sus signos vitales; el pulso estaba por cesar, su respiración era lenta y su corazón se relentizaba; sus sentidos ya no funcionarían, su lengua ya estaba seca y pronto Edward solo sería un mal recuerdo.

Fui a la parte trasera de mi auto y tomé otros guantes antes de agarrar una bolsa grande y blanca, ese seria su humilde ataúd y el lago que estaba frente a mí, su cementerio.

[...]

Envolver a una persona muerta y ponerla en una bolsa no resultó ser tan difícil, en todas las novelas de asesinatos lo pintaban como la gran cosa pero, o Edward pesaba muy poco o yo en realidad era una asesina innata.

Lo bueno es que mi papá me obligó a obtener una licencia de navegación cuando tenía quince años.

Así qué pretendí que hoy era un día cualquiera donde salía a navegar, lo único que cambiaba era que debía deshacerme de un cadáver.

Finalmente estaba algo nerviosa respecto a esto, pero sabía que podía obtener una buena coartada.

Cuando estuve en la parte más profunda del lago miré a mi alrededor y pensé en Este.

"Esto va por ti, amiga", sonreí mientras comenzaba a empujar el cuerpo.

Podía sentir a Este a mi lado, y sé que ella no estaría de acuerdo en nada de lo que estaba haciendo porque a Este nunca le gustó la venganza ni la violencia, por eso éramos la amistad perfecta, nos complementábamos; Este nunca reclamaba cuando en algún lugar de comida traían mal su pedido, de eso me encargaba yo, que era capaz de amenazar al mesero o la mesera si no traían lo pedido por ella de forma correcta. Extrañaba los martes en el Olive Garden...

"Ojalá nada de esto hubiera pasado", sentí que una lágrima caía por mi mejilla.

Ella no podía volver, y la culpa la tenía el maldito imbécil muerto dentro de la bolsa. Usé eso como motivación y terminé de empujar el cuerpo, vi como caía al agua y se perdía en las profundidades del lago del pueblo que siempre habían juzgado por ser muy profundo.

Mi mirada quedó congelada en el lugar y deseé poder desaparecer e ir con Este adonde sea que ella estuviera para contarle todo. Sin embargo aún faltaba limpiarme de todo esto.

Hice girar el barco y cuando lo até de nuevo al muelle me aseguré que quedara medio escondido junto a los demás para que no se notara que alguien lo había usado, luego coloqué un poco de alcohol y acetona para borrar mis huellas.

Debía ser extremadamente precavida.

Cuando volví a mi auto arranqué camino a la casa de Este otra vez...

Lo bueno es que sabía como borrar huellas y he limpiado suficientes casas para saber cómo tapar una escena.

Volví a estacionar detrás de la casa y entré por la puerta trasera.

La cocina fue el primer lugar que debía limpiar, traía conmigo el alcohol, la acetona y un poco de gasolina blanca.

Si alguien llegaba a encender una sola llama...

Reí ante esa irónica posibilidad.

Limpié hasta que todo quedó sin una sola marca, claramente llevaba guantes puestos mientras lo hacia. Giré sobre mi propio eje para observar mi postre de la muerte en el suelo, el cual levanté con mucho cuidado y lo guarde en una bolsa para llevármelo. Limpié la sangre del piso, barrí las migas del postre; el sillón y la mesita también quedaron impecables y sin una marca.

Yo nunca estuve aquí...

Y con toda esta escena de aparente tranquilidad y sin ninguna alteración me preparé para buscar a mi coartada. Porque no me iba a servir limpiar todo exhaustivamente si no tenía al menos un testigo que pudiera notificar que no estaba en el momento del crimen.

Parezco paranoica tomándome tantas molestias pero la realidad es que soy una gran sospechosa, la policía misma se dio cuenta que Edward había engañado a Este, pero los cabezas huecas no eran capaces de arriesgarse porque Edward tenía una buena reputación.

Yo nunca tuve una buena reputación.

El pueblo sabía de eso y también sabía de mi amistad cercana con Este, e incluso los policías vieron como estallé contra Edward cuando fue a reportar a su esposa desaparecida.

Entonces no era difícil saber que una mujer vengando a su amiga era capaz de hacer desaparecer al hombre que la engañó y asesinó, aunque los policías idiotas no sabían esto último. Además en este pueblo éramos pocas las personas y la justicia funcionaba según apariencias, (cada vez que hay alguien nuevo en el vecindario es juzgado con miradas las primeras semanas para determinar si era "bueno" o "malo") y al ser tan pocos si había un delito cualquiera que sea amigo, amiga, pariente o lo que sea de culpables o víctimas eran automáticamente sospechosos. ¿Por qué? Porque era más fácil suponer que probar los hechos.

Odiaba este lugar.

La conclusión era que debía borrarme completamente porque muchos cabos podían atarse conmigo.

Mientras salía iba a borrando mis últimas huellas que dejaba con los zapatos y al cerrar la puerta lo hice con cuidado.

Yo nunca había estado en esa casa...

Pero si estuve en otra casa.

La casa de Danielle, era pequeña pero acogedora y sabia que siempre contaba con un lugar allí.

Toqué la puerta y la hermana de Este abrió para luego esbozar una sonrisa.

"Hola, Tay", sonrió.

"Dani, debo contarte algo"

"¿Sabes algo de Este?"

"Sí, pero necesito pasar para contarte y pedirte un favor"

La sonrisa de Danielle se desarmó mientras se había a un lado para dejarme pasar.
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Buenasss!
Nuevo capítulooo, sé que tardé pero es que con el tema de las fiestas y todo me olvidé de actualizar ajjajaja.
Bueno, espero que les guste este capítulo✨️
Nos vemosss.

No body, no crimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora