Galletas de navidad

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Se levantó temprano ese día, tal vez demasiado temprano, no era común en Ben levantarse a esas horas, pero estaba motivado, ¿Cuál era su motivación? Que las primeras galletas navideñas caseras que su compañero probara fuera hechas por él.

La noche anterior no se fue a dormir de inmediato cuando Rook se fue, en su lugar se puso a preparar la masa de las galletas, al principio pensó en prepararlas esa misma noche, pero recordó que la masa se debe dejar reposar por unas horas, por lo que opto por levantarse temprano para cortarlas, hornearlas y decorarlas.

Esperaba con algo de impaciencia a que sonara la campana que le indicaría que sus galletas estaban ya listas, por lo que apenas sonó abrió el horno e intento tomar la bandeja, la soltó de inmediato al quemarse, en su rato de espera se quitó los guantes, fue por ellos y ahora si saco la bandeja.

Miro la hora, 7:20, tenía cuarenta minutos para decorarlas, pero primero tenía que dejarlas enfriar un poco, decidió dejarlas diez minutos, pero al ver cómo el glaseado se derretía al contacto con las galletas se dio cuenta de que fue muy poco tiempo, intento arreglarlo, pero le era difícil corregir el glaseado.

Tenía las manos cubiertas de glaseado y algunas migajas, pues rompió una o dos galletas mientras intentaba corregir los errores de decoración, ya casi estaba, solo necesitaba dejarlas reposar un poco.

El ruido de una bocina de camión altero al castaño, el glaseado aún no estaba firme y él estaba todo pegajoso, comenzó a ordenar la cocina lo mejor que podía, a su madre no le gustaría ver ese desastre, corrió a lavarse cuando escucho que tocaron el timbre.

-Espérame un momento, Rook –Entraba al baño para lavarse.

-Otra vez de quedaste dormido –Eso era bastante común de parte del humano.

-No me dormí, solo no estoy listo –Corría a la cocina para empaquetar las galletas.

-Podrías al menos dejarme pasar mientras termi... -No termino pues la puerta fue abierta en ese momento.

-Esto es para ti –Le extendía la caja con las galletas.

Rook recibió el regalo, rápidamente noto que las galletas estaban aún tibias, lo que indicaba que fueron preparadas recientemente, miro a Ben y pudo notar que este tenía una mancha de glaseado cerca de la mejilla, fue evidente para él que su compañero se apresuró en prepararlas.

-Gracias, Ben –Intento limpiar la mejilla del castaño, solo para notar lo pegajoso que estaba.

-Si ¿Podemos irnos y pasar por un chocolate caliente? No alcance a desayudar –Ponía una expresión triste mientras sujetaba su estómago.

- ¿Qué tal si desayunamos aquí? No creo que importe si nos atrasamos un poco, así pruebo las galletas –Sugirió mientras tomaba una de la caja.

Ben asintió y lo dejo pasar, la verdad es que necesitaba un descanso y una mejor limpieza, no había notado el glaseado en su mejilla hasta que él mayor intento limpiarlo, por lo que le pidió a este que preparada unos chocolates calientes mientras se iba a limpiar con más calma, ya cuando volviera podrían probar juntos las galletas.

24 días para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora