Gossip Girl (Book One)

Thirteen

Salí de mi habitación y me dirigí hacia la puerta pasando junto a mi mamá. Necesito llegar a la escuela. —Adiós, mamá.— Dije arrojando mi bolso sobre mi hombro.

—Espera, cariño— dijo mi mamá haciéndome detenerme en seco antes de mirarla. —¿Cómo te sientes?

Me encogí ligeramente de hombros. —Estoy bien.

—¿Está segura?.

Suspiré. —Mamá, voy a la escuela. Por favor, déjame irme.

Ella asintió. —De acuerdo, adiós.

Salí y vi a Sebastian esperando junto al auto con su teléfono. Dejé de mirarlo confundida. —Oye, ¿por qué me estás esperando?— Pregunté.

Abrí la puerta del auto. —Quería hablar contigo. ¿Serena está realmente embarazada?— Preguntó Sebastián y lo miré.

—¿De qué estás hablando?— Pregunté y Sebastian suspiró, sacudiendo la cabeza.

—En serio, Lena, tienes que seguir Gossip Girl. Está empezando a ser triste.— Dijo entregándome su teléfono. Era una publicación de Gossip Girl y puse los ojos en blanco. —Hay una foto de ella comprando una prueba de embarazo en todo Gossip Girl.

Hice una pausa por un momento. —Vaya, no estoy tan sorprendida como probablemente debería estarlo.— dije antes de subirme al auto.

—Ella está saliendo con Dan Humphrey. Estoy sorprendido.— Dijo Sebastián subiéndose al auto conmigo.

Llegué a la escuela y lo primero que quiero hacer es hablar con Serena. No me tomó mucho tiempo encontrarla. —¿Por qué todo el mundo piensa que estás embarazada?— Pregunté y Serena dejó escapar un suspiro.

—¿Qué pasó con no simplemente decir "hola"?— Serena preguntó y yo me reí. —Porque tuve que comprar esa prueba.

—¡Maldición!— Dije sin luchar contra la sonrisa en mi rostro.

—No era para mí.— Serena dijo y miré a mi alrededor asegurándome de que no hubiera nadie más alrededor.

—Entonces, ¿para quién?

—Blair me va a matar.

Vale, eso es impactante. —Era para Blair.

Serena asintió. —Sí.

La miré confundida. —Pensé que Blair y Nate habían roto. Sé que él ha estado tratando de volver a estar juntos, pero yo no...

—No es Nate.— Serena me interrumpió.

¿Dónde he estado para perderme todo esto? —Entonces, ¿Quién es?— Pregunté.

—Blair me va a matar.— Serena dejó escapar un profundo suspiro y se detuvo por un momento. —Sebastian. Ella tuvo relaciones sexuales con Sebastian.

¿Qué? ¿Qué? —¿Q-Qué?

—Y ahora podría estar embarazada.

¿Qué? ¿Qué? —¿Q-Qué?

Serena suspiró. —Tienes que hablar con él y conseguir que haga que Blair se haga la prueba de embarazo.

Creo que se me va a caer la cabeza. —No lo vi venir.— Dije buscando un lugar donde sentarme. No hay ningún lugar para sentarse

—¿Quieres hablar con él?— Serena preguntó y la miré tratando de procesar lo que dijo.

—Uh— sacudí la cabeza tratando de recomponerme. —Por supuesto. Hablaré con él.— Me di la vuelta comenzando a alejarme. —Esto es una locura.

Llegué a casa parándome frente a la puerta de Sebastián. Llamé a la puerta y afortunadamente me dijo que entrara. Entré cerrando la puerta detrás de mí. Dejé escapar un  suspiro y miré a Sebastian. Estaba sentado en su cama con los pies en alto. —¿Cómo está mi hermoso hermanito?— Pregunté y Sebastián me miró confundido.

—Eres sólo 15 minutos mayor que yo.— Señaló Sebastián.

—Mayor. Palabra clave.

—¿Qué quieres, Lena?— Preguntó, suspiré y me acerqué para sentarme al lado de la cama. —¿Se trata de que Serena quedó embarazada?

—Sebastian, necesito hablar contigo sobre Blair.— Dije y Sebastian puso los ojos en blanco.

—Blair vino a verte.— Sólo me encogí de hombros. No importa quién vino a mí. Ese no es el problema de esta situación. —Mira, no voy a contarle a Nate sobre nosotros. La torturé, me aburrí y seguí adelante.

—Espera, ¿qué? No.— Que ha estado pasando con todos. —Está bien, volveremos a eso más tarde.— Sebastián se encogió de hombros. —La prueba de embarazo no fue para Serena. Fue para Blair.

Me miro confundido. —¿Qué?

—Ella no la hará. Entonces, dado que si está embarazada, tú eres el...

Sebastián negó con la cabeza. —No, usamos condón.

—Bueno, obviamente, se rompió.— ¿Por qué necesito hablar sobre sexo con él?

—Lo que es obvio es que tu mejor amiga te ha mantenido en la oscuridad.

Ahora soy yo la que está confundida. —¿De qué estás hablando?

—Lena, yo me ocupo de mis asuntos.— Dijo y eso es asqueroso. Ni siquiera voy a molestarme en ocultar lo asqueada que estoy. —Aparentemente, Nate no. Se acostaron juntos justo después que nosotros. Es a él a quien deberías pedirle ayuda.

No sé qué decir a eso. Me levanté de la cama y salí de la habitación. Cerré la puerta y simplemente sacudí la cabeza. —Maldición.— Dije en voz baja antes de ir a mi habitación.

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Estaba caminando hacia el auto después de la escuela y Chuck y Sebastian estaban afuera mirando sus teléfonos. Me di cuenta de que estaban hablando de algo. Toda la escuela estaba hablando de algo. Caminé hacia ellos. —¿Qué está sucediendo?— Pregunté.

—El secreto ha salido a la luz.— Dijo Chuck y lo miré confundida.

—¿De qué estás hablando?— Pregunté.

—¿Mira esto?— Chuck me mostró su teléfono para ver una publicación sobre Blair durmiendo con dos chicos.

—Ay dios mío.— Dije y fue justo cuando levanté la vista que vi a Nate empujar a Sebastian contra el auto sosteniendo su camisa. —¡Nate! ¡Quítatele de encima!

—¿Te acostaste con ella, eh?— Nate preguntó y lo empujé. Chuck evitó que Nate le diera un puñetazo a Sebastian en la cara. —Hijo de perra. Podría matarte. ¿Qué hiciste? ¿Conseguiste lo que querías, como haces con todas esas otras chicas?

—Tomé lo que Blair seguía arrojándote y tú seguiste devolviéndolo.— Básicamente, Sebastian estaba incitando a Nate.

—No ayudas.— Le dije a Sebastián.

—Oh, ¿así que de alguna manera que te acostaras Blair por deporte es mi culpa?—, Preguntó Nate.

—No fue por deporte. Ella necesitaba a alguien y yo estaba allí.

Nate se burló. —Oh, ¿entonces te preocupabas por ella?— Nate preguntó y hubo un breve silencio.

—Ustedes estaban separados.

—¿Qué, por cuánto tiempo? ¿Una semana? ¿Una hora?

—Sabes, tienes mucha actitud para alguien que la engañó con su mejor amiga. No es mi culpa que no te hayas dado cuenta de lo que tenías hasta que lo perdiste.— Dijo Sebastián, dando un paso y puse mi mano en su pecho, deteniéndolo.

—Está bien, ya es suficiente.— Dije mirando a Sebastian y luego miré a Nate. —Lárgate.

Nate se alejó y dejé escapar un  suspiro. Chuck miró a Sebastian con una sonrisa en su rostro. —Wow, no pensé que tuvieras eso en ti.— Dijo Chuck y Sebastian simplemente sacudió la cabeza antes de alejarse.

—Esto no es gracioso, Chuck.— Dije y Chuck simplemente se encogió de hombros antes de alejarse.