Ten

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Me paré afuera del departamento de Chuck. Llamé pero él no respondió. Sé que está ahí y puedo oírlo al otro lado de la puerta. —Chuck, puedo oírte respirar.— Dije golpeando la puerta de nuevo. —Abre la puerta.— Le tomó un minuto más, pero abrió la puerta. —¿Qué demonios fue eso?— Pregunté y Chuck se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

—No eres la única persona que requiere mi atención.— Chuck dijo y lo seguí adentro cerrando la puerta detrás de mí. Vi a Nate sentado en el sofá.

—¿Qué? ¿Ahora son amantes secretos?— Pregunté, cruzándome de brazos.

—Graciosa.— Nate dijo poniendo los ojos en blanco y Chuck se sentó en la silla de la habitación.

—Necesito tu ayuda.— Dije y Chuck suspiró.

—Estoy ocupado.— Dijo Chuck y lo miré confundido.

—Mi tía Jo ha vuelto a la ciudad.— Afirmé.

—Pensé que tu tía Jo odiaba Manhattan.— Nate dijo y asentí mirándolo.

—Lo hace.— Afirmé. —Lo que significa que ella ha regresado por una razón y sea lo que sea tiene que ser grande porque mi abuela y mi papá no se fueron después del Día de Acción de Gracias.

—Eso es raro.— Chuck dijo y asintió levemente y lo miré.

—Lo sé. Por eso necesito que descubras qué esconden.

Chuck me miró. —¿Estás segura de que quieres saberlo?— Preguntó Chuck. —¿A quién le importa que tu familia esté en la ciudad? Probablemente no tengan nada que hacer.

Suspiré. —Oh, vamos Chuck. Necesito que saques a tu perra interior—. Dije y Chuck apartó la mirada de mí pensándolo.

—Sí, vamos Chuck. Saca tu perra interior.— Nate dijo y Chuck miró a Nate antes de volver a mirarme. No sé cuál es su problema.

—Los odio a los dos.— Chuck dijo y puse los ojos en blanco.

—Gracias. Eres el mejor.

—Lo sé.

—Me tengo que ir. Me reuniré con Carter.— Dije volteándome para caminar hacia la puerta.

—Sigues pensando que es una buena idea.— Nate dijo y puse los ojos en blanco sin molestarme en mirarlo.

—Adiós Nate.— Dije saliendo por la puerta. Tenía que ir a almorzar y no puedo llegar tarde. Bueno, Carter me rogó que no llegara tarde. Quiero decir, lo hice suplicar antes, pero esto fue algo un poco divertido.

Salí del taxi frente al restaurante. Carter estaba afuera paseando y frotándose nerviosamente las manos mientras murmuraba para sí mismo. El me miró y sonrió. —Hola hermosa.— Carter dijo acercándose a mí y le sonreí.

—Hola.— Lo besé. —Gracias por hacer esto, pero no tienes por qué estar nervioso.

Carter suspiró. —Almuerzo con los padres de la novia. ¿Cómo podría decir que no?— Había un ligero sarcasmo en su tono.

—No puedes, pero me alegro de que no lo hayas intentado.— Dije caminando con él hacia el restaurante.

Mi abuela estaba allí, lo cual fue una sorpresa, y ella simplemente se jactaba de lo genial que es. Probablemente notó el ceño fruncido en el rostro de mi papá.

Mi mamá seguía acosándolo sobre sus viajes alrededor del mundo y cuánto deseaba poder intentarlo.

Mi papá seguía insinuándole sobre su incapacidad para comprometerse con un lugar y lo mal que les pasan las cosas a aquellos que no ven las cosas buenas frente a ellos.

Gossip Girl (Book One)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora