Capítulo 8 - ¿El pasado es el presente?

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Por la mañana, Ikki despertó en la cómoda cama de la habitación, aunque el estilo de la misma  le parecía anticuado, no se podía quejar del trato que estaba recibiendo tras la pelea con los Espectros, sintió que había recuperado sus fuerzas y estaba listo para partir al Santuario, salió de la habitación buscando a Elsa y a Anna, ya que le pareció descortés irse sin despedirse, en uno de los pasillos, se encontró con Kay.

Kay - Buenos días Señor, ¿pasó buena noche?

Ikki - Si , gracias, ¿sabe donde está la Reina?

Kay - Se encuentra en la entrada del Castillo hablando con un mercader que suele surtir a la Reina y a la Princesa de artículos exclusivos, siga por ese pasillo y doble a la derecha hasta al final - dijo señalando el camino.

Ikki agradeció al mayordomo y fue a donde le indicaron.

Mientras tanto, en la entrada del Castillo, Anna y Elsa estaban con el comerciante, un hombre de baja estatura que suele ir siempre ataviado como si fuera a una fiesta pero arrastrando un pequeño carro como carreta que puede abrirse cual minúscula tienda, aquel hombre solía traer siempre cosas muy inusuales, como piedras preciosas muy raras, alguna especia de cocina de tierras lejanas así como telas de algún remoto lugar del mundo.

Mercader - Reina Elsa, Princesa Anna, es todo un honor poder estar ante su presencia nuevamente y poder facilitarles los mejores artículos que el mundo pueda ofrecer.

Elsa - Siempre es un gusto recibirlo, y ¿que sorpresa nos trae hoy?

Mercader - Para la Princesa Anna, tengo este exquisito juego de Jade traído directamente desde Birmania.

El mercader sacó una caja de madera hermosamente tallada, en su interior, sobre una base de terciopelo negro, se encontraba un juego compuesto de una peineta, un collar, aretes y un brazalete, magníficamente elaborados, todos hechos de oro y Jade, cuyo brillo indicaba el alto grado de pureza del mismo.

Anna - Son hermosos y su brillo es excepcional - dijo sosteniendo la peineta y el collar.

Mercader - Así es, se dice que estas piezas fueron bañadas con un aceite extraído directamente de las escamas de un Chinthe, una criatura mitad dragón y mitad león originario de aquellas tierras, por eso su brillo es tan único.

Anna - WOW me encanta esa historia y las piezas también, lo compraré - dijo con una gran sonrisa.

Elsa solo se rio levemente ante la forma que Anna se portaba como una niña con un juguete nuevo.

Mercader - Y para usted Reina Elsa, he traído esto. - dijo sacando un pequeño frasco de cristal cortado - Un perfume único en su tipo, ya que fue creado con una flor muy especial, como sabe, cada perfume cambia según quien lo use y estoy seguro que este aroma será perfecto para usted, adelante, prúebelo.

Elsa se sintió intrigada, abrió el pequeño frasco y notó que en efecto, la esencia no se parecía a nada que hubiera olido antes, procedió a aplicar un par de gotas en las muñecas y otras en el cuello tras las orejas, tal como indican los perfumistas que deben usarse las esencias finas, en ese momento, una ligera brisa acarició a Elsa y arrastró la esencia del perfume dentro del castillo, llegando a donde estaba Ikki, que se estaba acercando, el Caballero sintió el aire fresco y percibió el enigmático aroma.

Ikki - Este olor, ya lo he percibido antes , ¿pero donde? - pensó.

En ese momento, recuerda donde había percibido esa esencia, y apresura el paso rumbo a la entrada.

Elsa - En verdad es un aroma único, jamás olí algo similar, ¿De donde es?.

Mercader - Aunque fue elaborado en Francia por el gran perfumista Jean-Baptiste Grenouille, solo unos pocos saben donde consiguió el ingrediente único para crearlo y me temo que he jurado no revelar dicha información.

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