Destino por la luna

Capítulo 5: A donde perteneces

La fiesta comenzó cuando la luna recién se oculto, las antorchas brillaban con gran intensidad, mostrando así como los recién transformados como lobos, cumplian la edad adulta de los espíritus que habían bajado de la luna. Celebraban bailando y cantando, algunos bebían el elixir de la alegría que conseguían fermentando algunas frutas y vallas dulces, una fiesta exclusiva para los jóvenes adultos, por esto mismo, Luc se oponía a dejar ir a su hija mayor.

— No, ella no ira, no hay nada peor que ese festival — anuncio autoritario mientras cocinaba la cena.

— Pero yo la voy a cuidar, es necesario ir — reprochaba el joven sobrino de su esposo.

— No, con lobos jóvenes y elixir nada sale bien, cuando yo fui a ese festival termine peleando con otros tipos — aseguro molestó

— Pero todos van a ir — se quejaba Yal tratando de convencerle.

— Alick, ¿ quieres ir hija? — pregunto Lan dulce.

— Bueno, Yal insiste en qué será divertido, pero no estoy segura — aseguro tímida.

— Amor, dejala ir, recuerdas lo divertido que fue cuando fue nuestra fiesta — sonrío Lan con dulzura.

— Que parte de "me pelee con otros tipos" no escuchaste ?-

— Y por qué fue? —

— Te estaban molestando —

— Por qué me defendiste? —

El color de sus mejillas pálidas comenzó a brillar en un ligero tono carmesí.

— Olías delicioso — murmuró enojado tratando de ver a otro lado.

— Es la noche en la que los jóvenes son capaces de encontrar a su pareja destinada por la diosa Luna, no le puedes negar eso a nuestra hija, dejala ir —

— Si algo sale mal, llámame hija, iré tan pronto como te escuché — fue su única respuesta.

— Vamos Alick! — grito con emoción Yal llevándola rápido a su habitación para buscar ropa adecuada para la noche..

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Durante la fiesta, los jóvenes se divertían bailando al ritmo de los instrumentos artesanales que manejaban con delicadeza, las risas y los murmullos rodeaban a todos los jóvenes.

Cuando la luna empezó a subir sobre el centro de su fiesta, los jóvenes miraron al cielo y soplaron el frío aliento al cielo, viendo como el vapor que provenía de sus bocas, flotaba entre la los jóvenes y de volvían pequeño hilos que se.perdian a la vista.

— Es hermoso — murmuró Yal mirando el cielo.

— Que sigue? — pregunto Alick.

Antes de que su primo pudiera responder, vio como los jóvenes empezaban a caminar con cierta desesperación hasta encontrarse con alguien del montón,

— Eso, buscar a tu pareja — sonrio Yal.

Antes de que Alick pudiera pensar en algo, para su sorpresa un enorme lobo blanco la miraba fijamente desde los árboles más allá del territorio de su manada.

Intrigada, comenzó a caminar lentamente en dirección, cuando sintió que alguien tiro de su hombro deteniendola.

Al voltear a ver, quién le impedía caminar, se encontró con el rostro impactado de Yal.

— Por qué vas allá? — pregunto asustado

— El lobo— murmuró.

— Vienen vampiros — la jalo de regreso a la manada, en donde había un caos con lobos corriendo en todas direcciones.

Asustada, Alick puso sus dedos alrededor de sus labios y soplo silbando, esto hizo duque de inmediato si padre corriera en su dirección buscándola.

Apenas,.el lobo negro, la pudo ver a lo lejos fue derribado por una clase de bestia que lucía como un enorme murciélago solo que sin ojos y con unos colmillos enormes, su color blanquecino lo hacía resaltar de la oscura noche.

Yal al ver lo sucedido, se transformó en su lobo café caramelo, y salgo sobre el pálido monstruo que estaba por atravesar el cuerpo de Luc con unas enormes garras que surgían de sus manos palmadas que se volvían unas enormes alas que se desplegaba desde su espalda.

Yal no tenía la fuerza suficiente, pero al usar su cuerpo como proyectil logro liberar a su tío de aquella horrenda criatura, dándole la oportunidad que Luc se pudiera defender.

Alick aterrada, corrió buscando donde ocultarse, junto con otros lobos que no tenían. fuerza para defenderse solos, pero antes de poder llegar al refugio, un enorme mounstro blando la tomo por los hombros y voló con ella.lejos de la manada.

— PADRE!! PAPA!!!!— fue lo último que escucho Luc pero aún así no pudo hacer nada debido a que debía proteger su propia vida.