Eevee's Cosmic Evolution Quest. (I.A)

Capítulo XIII: Entre Páginas de Misterio

La biblioteca de Pueblo Aurora, con sus estantes llenos de antiguos tomos y polvorientos pergaminos, se convirtió en el escenario de una reunión crucial para los Guardianes de la Luz. Sky, Glacialia, Brasa, Centella, Océano y Luna se sentaron alrededor de una mesa circular, rodeados de la atmósfera tranquila y mística que caracterizaba a la sala de lectura.

El suelo de madera crujía suavemente bajo sus patas mientras compartían sus pensamientos y teorías sobre los extraños acontecimientos que habían estado ocurriendo. La luz tenue de las lámparas de aceite creaba sombras danzantes en las paredes, añadiendo un toque de misterio al ambiente.

Sky, con su libreta y pluma, tomó la palabra, rompiendo el silencio tenso que envolvía la sala.

—Chicos, hemos enfrentado situaciones bastante inusuales últimamente. Desde el virus que afectó a Articuno hasta el misterioso brazalete de hielo, estoy tratando de entender la conexión entre estos eventos. —explicó Sky, mirando a sus compañeros con expresión inquisitiva.

Centella, el fiel Eevee, movió la cola con inquietud.

—Sí, y todo comenzó con ese brazalete. Glacialia, ¿puedes explicar por qué es tan importante? ¿Y cómo está relacionado con el virus que afectó a Articuno? —preguntó, su mirada curiosa clavada en la Pokémon de hielo.

Glacialia, con su mirada intensa y misteriosa, tomó un momento antes de responder. Sabía que la verdad detrás del brazalete era un secreto antiguo que vinculaba su linaje con eventos más allá de su comprensión.

—El brazalete de hielo es una reliquia ancestral de mi familia. Se dice que posee un poder mágico relacionado con el Caudal Místico. Sin embargo, su verdadero propósito ha estado perdido en la historia. —comenzó Glacialia, sus ojos reflejando un conocimiento más profundo.

Brasa, el entusiasta Flareon, frunció el ceño.

—Entonces, ¿cómo se conecta con el virus que afectó a Articuno? —preguntó, buscando respuestas con impaciencia.

Glacialia suspiró, eligiendo sus palabras con cuidado.

—El brazalete no debería haber causado daño. Pero parece que hay fuerzas más oscuras en juego. Algo reaccionó a la energía del brazalete cuando estábamos cerca de Articuno. No puedo explicarlo completamente, pero siento que hay un antiguo poder que se despierta, algo que está más allá de nuestra comprensión. —respondió, su voz resonando con una mezcla de resignación y determinación.

Sky, con su experiencia médica y científica, no pudo evitar expresar su preocupación.

—Glacialia, entiendo que es una reliquia familiar, pero dados los riesgos, ¿no sería más seguro destruir el brazalete? No sabemos qué podría desencadenar en el futuro. —propuso, buscando la seguridad del grupo.

La sugerencia de Sky fue recibida con miradas variadas. Algunos asintieron en acuerdo, mientras que Glacialia, con una expresión de firmeza, negó con la cabeza.

—No puedo hacerlo. Este brazalete es una parte de nuestra historia y, aunque sus secretos puedan ser peligrosos, siento que hay una razón más profunda para su existencia. Además, destruirlo podría tener consecuencias que ni siquiera podemos imaginar. —explicó Glacialia, su tono resonando con un sentido de deber y lealtad.

Sky frunció el ceño, preocupado por la seguridad del equipo y la incertidumbre que rodeaba el misterioso artefacto.

—Entiendo que tenga un valor sentimental, pero nuestros compañeros están en peligro. Necesitamos encontrar una solución antes de que más Pokémon se vean afectados. —insistió Sky, sus ojos buscando el entendimiento en los demás.

La discusión en la biblioteca continuó mientras cada miembro del equipo compartía sus perspectivas y sugerencias. Brasa, el siempre optimista Flareon, tomó la palabra, sus ojos destellando con entusiasmo.

—Sky, estoy de acuerdo en que el brazalete es peligroso, pero tal vez podamos obtener más información antes de tomar una decisión drástica. ¿Qué tal si investigamos más sobre su origen, su historia y cualquier indicio de cómo podría estar vinculado al virus? —propuso Brasa, esperando que su propuesta fuera aceptada.

Sky asintió, reconociendo la sabiduría en las palabras de Brasa.

—Es una idea sólida, Brasa. Si podemos entender mejor el brazalete y el virus que está provocando, podríamos encontrar una solución menos drástica que destruirlo. —respondió Sky, apreciando la actitud de su compañero.

Centella, el Eevee con una mirada perspicaz, intervino.

—Sky tiene razón. Como médico y científico, tienes la capacidad de investigar este tipo de problemas. Tal vez puedas encontrar una cura para el virus sin tener que deshacernos del brazalete. —agregó Centella, confiando en las habilidades de Sky para abordar la situación.

Sky asintió, agradecido por el voto de confianza de sus compañeros. Sin embargo, la tensión persistía en la sala, y Luna, la misteriosa Espeon, tomó la palabra con una advertencia cautelosa.

—Glacialia, comprendo que el brazalete es significativo para ti, pero debes estar preparada para la posibilidad de que pueda transmitir el virus a alguien del equipo. Si eso sucede, podríamos tener que reconsiderar nuestra posición sobre el brazalete. —advirtió Luna, sus ojos reflejando una sabiduría más allá de los años.

Glacialia, con su mirada determinada, se enfrentó a la advertencia de Luna.

—No puedo simplemente deshacerme de algo que ha estado en mi familia durante generaciones. Estoy dispuesta a asumir cualquier riesgo que conlleve, pero no puedo renunciar a nuestra historia. —respondió Glacialia, su voz firme a pesar de la incertidumbre en su interior.

La sala quedó en silencio por un momento, cada miembro del equipo reflexionando sobre las opciones y los riesgos. Sky, consciente de la gravedad de la situación, propuso un enfoque equilibrado.

—Entonces, por ahora, investigaremos más sobre el brazalete y buscaremos una solución al virus. Pero, Glacialia, debemos estar preparados para cualquier eventualidad. —declaró Sky, su tono reflejando una mezcla de determinación y precaución.

El equipo asintió en acuerdo, comprometidos a enfrentar los desafíos que se avecinaban. Brasa, con su espíritu ardiente, agregó un toque de optimismo.

—¡Exacto! Juntos encontraremos la respuesta y superaremos esto. —dijo Brasa, irradiando confianza en el futuro.

La biblioteca, testigo de la intensa discusión, vio cómo los Guardianes de la Luz se unían para abordar el misterio que se cernía sobre ellos. La búsqueda de respuestas y la gestión de los peligros inminentes se convertirían en su siguiente desafío.

Fin del Capitulo