Despertar
La noche transcurrió sin ningún percance, después de la cena, se llevó a cabo el gran baile y un brindis en honor nuestro, y mientras la champagne y el whisky iba de invitado en invitado, desde el sitio en el que estaba podía observar a Annie y Archie bailar mientras lo violines tocaban un vals. Neil, ebrio como un tonel, estaba apoyado en una pared con un vaso de whisky en la mano, como si no hubiera bebido lo suficiente, mientras su madre le dirigía una mirada reprobatoria. A lo lejos pude ver como Terry me hizo señas para reunirme con él. Asi que, teniendo cuidado de pasar desapercibida, Salí a su encuentro, en el cual a mi llegada me vi recibida por un fuerte abrazo.
—Tenía tantas ganas de hacer esto desde que te vi entrar al gran salón—me susurró al oído—luces deslumbrante ¿lo sabes?
—Gracias Terry por el cumplido—dije ocultando mi rostro entre su pecho, ocultando mi sonrojo.
—y no solo lo opino yo, si hubieras escuchado los comentarios que hacían los hombres cuando te vieron entrar que tenía tantas ganas de golpearlos, pero gracias al cielo les deje claro a quien prefieres—dijo con esa sonrisa arrogante.
—Y vaya forma de hacerlo—dije sonriendo mientras miraba el tartán que llevaba puesto.
—Esa idea surgió mientras estábamos de cacería—en ese instante me aparte un poco para poder mirarlo y prestar atención—ya que, escuchaba como algunos hombres estaban planeando esta noche pedir la autorización de Albert para cortejarte así que, que mejor manera de dejarles claro que se alejaran que llevando el tartán de los Andrey.
—y déjame decirte que funcionó—le dije a la vez que miraba el firmamento lleno de brillantes estrellas nos quedamos por un largo rato abrazándonos, mirando la hermosa noche, cuando, repentinamente, los acordes del piano me sacaron de mi ensoñación, provocando que me tensara.
—Candy—susurró Terry—¿Por qué es que con esa melodía te pones tan tensa?
—Es…—dije en un intento de que la voz no me fallara—solo que… me trae recuerdos muy tristes.
—sabes que puedes confiar en mi—dijo tiernamente.
—sucede que… esa melodía la toque para la señorita ponny antes de morir. Fue hace poco más de dos meses, la señorita ponny ya tenía aproximadamente un año enferma, la lleve con los mejores doctores, pero desgraciadamente, el diagnostico era el mismo: un extraño tumor estaba creciendo en su estómago, y no había mucho que hacer. Asi que, decidí llevarla a vivir a la mansión de las rosas, teniendo a su cuidado a un ejército de enfermeras y doctores. Todas las tardes me reunía con ella en el salón y tocaba sus melodías favoritas. Asi pasó el tiempo, en ocasiones parecía que se recuperaba, pero creo que solo me engañaba. Asi que, una tarde, mientras me encontraba descansando en mi recamara, el llamado de la enfermera en turno me despertó.
—señorita candice, es urgente que baje.
Cuando acudí a donde estaba ella, se me empezó a retorcer el estómago. Sentí alivio cuando al entrar en su habitación la encontré consciente y lucida, aunque muy débil.
—Si quiere que una de nosotras la acompañe, o si nos necesita para cualquier cosa…— me dijo la enfermera, una vez que depositamos a la señorita ponny en su silla de ruedas y la llevamos al salón donde estaba el piano. En silencio, negué con la cabeza, y mientras tomaba entre mis manos la mano frágil de la señorita ponny ella me dijo.
—pequeña, toca una vez más para mi aquella hermosa melodía que solo tu sabes interpretar—dijo con un susurro, sorprendiéndome con su sonrisa, tenia la mirada tan llena de amor y tranquilidad, que, a pesar de estar decidida a no hacerlo, sentí como mis ojos se llenaban de lagrimas.
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Más allá del recuerdo
FanficUna historia de amor que parecía haber terminado en una noche de invierno, diferentes historias entremezcladas que llevarán finalmente al triunfo del amor..."el recuerdo más grande de esta historia es el gran amor que se tienen"