La estrategia del villano

Capítulo 1 - Cobarde

"¡Piérdete, joder! Lloriqueando y quejándote sólo porque te quité un poco de dinero, ¡¿crees que a la gente realmente le importa tu poco de dinero?!" Dijo el grandullón que se bloqueaba frente a Wen ZhiChu mientras se metía los 30 dólares robados en el bolsillo de su uniforme escolar.

Verbalmente dijo que no lo quería, pero su cuerpo era muy honesto.

Arrinconado en una esquina, Wen ZhiChu se apartó mientras miraba con anhelo los 30 dólares que le habían robado. Era el dinero que había ahorrado tras saltarse la comida durante dos días. El dinero que iba a utilizar para comprarle a su primo un regalo de cumpleaños.

Al ver la cantidad, el flacucho que estaba al lado del grandullón se quedó algo insatisfecho: "Maldita sea, ¿por qué sólo tienes este dinerito? ¡¿Es una limosna para librarte de los mendigos?!".

Wen ZhiChu: "En".

La cara seca y tosca del flaco se torció: "¡¿Qué has dicho?! "

Wen ZhiChu sacudió apresuradamente la cabeza con miedo: "Nad......"

El grandullón miró a Wen ZhiChu de arriba abajo y luego alargó la mano para darle una palmadita en la mejilla: "Considérate afortunado hoy. La próxima vez trae más dinero para el hermano, ¿entendido?".

Wen ZhiChu retorció con fuerza su uniforme escolar entre las manos, el material lleno de arrugas por el agarre: "Tu conducta no es correcta. Esto es violencia escolar".

" Tú...... Tú......" El corazón le latía con aprensión en el pecho: "¡¿No tienes miedo de que se lo diga al profesor?!"

En cuanto dijo estas palabras, las dos personas empezaron a reírse como si hubieran oído un chiste hilarante.

La risa burlona del ridículo estalló en la silenciosa sala de equipos, extendiéndose salvajemente por todos los rincones.

El grandullón se rió tanto que le dolía la cara: "¿Sólo tú?"

Esta burlona pregunta pisó brutalmente la autoestima de Wen ZhiChu.

Apretó los dientes e hinchó su delgado y frágil pecho: "Sí, yo".

El grandullón se burló: "¿Acaso te atreves?".

Incluso podría decirse que no se tomó en absoluto en serio la amenaza de Wen ZhiChu. Después de decir esto, palmeó a Wen ZhiChu en la mejilla una vez más.

No usó mucha fuerza, pero el crujiente sonido de la palmada fue muy claro y distinto, penetrante en los oídos.

"Mañana a la misma hora. Tráeme 500 yuanes. No te olvides". Tras decir esto, se dio la vuelta y planeó marcharse con el flacucho.

Wen ZhiChu se quedó en su sitio, con ambas manos cerradas en puños, su frágil pecho se agitaba arriba y abajo.

¡Qué matones!

Era evidente que tenían la misma edad. Si ellos no tenían algo así, ¿cómo iba a tenerlo él?

¡¡¡Pidiendo 500 así como así!!!

Sabía que tenía una personalidad tímida y cobarde, ¡pero hasta un conejo muerde cuando está ansioso!

Wen ZhiChu enderezó su originalmente arqueada columna vertebral: "¡Espera un segundo!"

El verano era abrasador. El grandullón de delante se quitó la chaqueta del colegio y dejó al descubierto sus brazos excesivamente musculosos: "¿Qué?"

Wen ZhiChu se armó de valor: "...... Hay una puerta más adelante, recuerda levantar los pies".

"......"