La estrategia del villano

Capítulo 25 - Qué lamentable

Trató al sistema como a un amigo; quién iba a decir que el Genio Skycat quería ser su padre en su lugar.

"Eres realmente escandaloso".

Genio Skycat dijo con justicia: [Ya dije esto antes. La relación más fuerte en este mundo es el amor familiar. Estoy dispuesto......]

Con los labios fruncidos, Wen ZhiChu miró a Genio Skycat a la cara e interrumpió: "No es necesario".

[Sistema: No tienes que ser cortés conmigo].

Wen ZhiChu: ......

No lo es.

Genio Skycat perseveró implacable y dijo tentadoramente: [¿No vas a tomarte un momento para considerarlo? Hay muchos beneficios].

Wen ZhiChu, sorprendido: "¿Puedo utilizar la puerta trasera y convertirme en el número 1 provincial?"

[Sistema: No.]

Wen ZhiChu: "Entonces, ¿puedes darme un montón de dinero?"

[Sistema: ...... No lo creo.]

"¿Entonces qué puedes hacer?"

[Sistema: Puedo darte amor familiar que no tiene precio ni valor].

Wen ZhiChu con una expresión entumecida y apática: "Oh."

[Sistema: ¿Qué clase de expresión es esa?]

Wen ZhiChu no contestó más y cambió de tema en su lugar; " Genio Skycat".

[Sistema: ¿Uh huh?]

"¿Puedo cambiarlo por algo de dinero?"

[Sistema: ¿Para qué?]

Wen ZhiChu: "Para devolver mi deuda".

Al final, Wen ZhiChu sacó 200 yuanes y tramó meterlos en secreto en la taquilla de Qin JiaShu la semana que viene en la escuela.

Qin JiaShu volvió a su habitación, abrió el cajón y sacó una caja de cigarrillos. Luego colocó dentro el certificado del segundo puesto y el premio, y cerró el cajón.

Dejó la caja de cigarrillos sobre la superficie de la mesa, entró en el cuarto de baño y cerró la puerta exquisitamente decorada. El silencio fue sustituido por el sonido del agua que salpicaba el suelo y una respiración masculina, pesada y áspera.

Esta vez, permaneció en el cuarto de baño casi dos horas antes de salir. Cerró el grifo. Al abrir la puerta, el ventilador ahuyentó el olor almizclado que impregnaba el aire. Qin JiaShu sólo se puso los pantalones del pijama antes de salir.

La falsa máscara de su rostro ya no existía, Qin JiaShu regresó a su territorio, la baja presión que emanaba de él casi tangible.

Los contornos de los músculos de su cuerpo eran suaves y prominentes, firmes pero no en exceso, portadores de una vigorosa sensación de masculinidad. Las gotas de agua que no se había quitado del pelo goteaban sobre el suelo y la costosa alfombra de piel auténtica.

Avanzó, cogió la caja de cigarrillos que había sobre la mesa y abrió la ventana francesa hasta la mitad.

Con sus ojos negros como la tinta, Qin JiaShu miró por la ventana hacia la copa del árbol. La brisa nocturna soplaba, creando un murmullo en la tranquila, oscura y solitaria noche.

Una nube de humo se le escapó de la boca y se le quedó en los labios antes de desaparecer en el aire.

Con los dedos, dio un parpadeo a la débil luz del cigarrillo. Bajo esta apariencia exterior perfecta y hermosa se escondía una personalidad doble y despiadada.