¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día anterior, después de dejar su conversación con Jisung, su madre había llegado a casa emocionada con los ingredientes para elaborar un pastel. Obviamente él no se había negado a ayudarla.
Ahora estaba subiendo al autobús, con una bolsa en cuyo interior había un táper, para Jisung. Se sentía algo avergonzado, ya que no sabía cómo se lo tomaría Park. ¿Se creería que lo estaba envenenando?
—¿Renjun?
Salió de su trance, encontrando que estaba frente al mayor, de pie. Apresuradamente se sentó junto a él, colocando la bolsa sobre sus piernas.
—Hola, Jisung.
—Hey.
Jisung llevó su vista a las manos del menor, quiénes estaban muy inquietas sobre aquella bolsa. ¿Debería preguntar?
—¿Ocurre algo? —al ver que el menor no respondía, se apresuró en hablar nuevamente—. Bueno, no importa, no tienes que decírmelo, no-
—Ayer... —su voz sonaba algo temblorosa, por lo que se aclaró la garganta para retomar la palabra—. Hice un pastel, y se me ocurrió traerte un trozo.
Una "o" se formó en los labios de Jisung, dirigiendo su vista nuevamente hacia la bolsa en manos del chico, esta vez tendida en su dirección. Lo tomó con cuidado, deslizando la bolsa para ver el trozo de pastel a través del táper.
No recordaba haber recibido un regalo antes, al menos no de alguien que no sea sus padres o Jeno.
—Gracias. —murmuró, una sonrisa formándose en sus labios y eliminando los nervios de Renjun, quien también sonrió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
