La vuelta al mundo con Laia y Luna 🌍✈

✧*̥˚ Capítulo 2- Broma *̥˚✧

𝐋𝐚𝐢𝐚:

Han pasado muy rápidos los días, y cuando me he dado cuenta, estábamos delante laEpic House, en la cual pasaríamos la noche antes de que nos adentráramos en el viajetan esperado por algunos. Ya teníamos todas las maletas preparadas, aunque soloeran dos ya que no podíamos llevar mucho más. Teníamos una mochila de mano cadauna así podemos traer un poco más de ropa o utensilios necesarios para este viaje.Llamamos al timbre y en pocos segundos nos viene Adri a abrir.

—¡Hola chicas! Pasad, están todos dentro.— Dice con una sonrisa pegada a su cara.

Nosotras mostramos una sonrisa tímida y hacemos lo que nos pide. En cuanto estamosdentro, alucinamos. La casa es gigante y moderna. Sabía que tenían dinero, pero¿tanto? Me quedo embobada mirando las paredes y los ventanales, era preciosa.Nosotras éramos del mismo pueblo las dos, pero decidimos mudarnos al centro deMadrid hace 1 año, desde entonces vivimos juntas, aunque nos conocemos desdepequeñas.

Vuelvo al mundo real cuando veo aparecer a Plex y otros chicos acercándose anosotras. Estos últimos días hemos estado hablando un poco por insta para detallardistintos aspectos de la ruta y de la ropa. De los que están ahí, solo sé diferenciar aJopa y a Borja (sin contar a Dani), los cuales ya sabía quienes eran por la otra vuelta almundo. Kruffy y a Archie también me sonaban de cuando se fueron a Los Ángelestodos juntos.

Se presentaron todos. Fueron muy amables la mayoría, menos uno que no me dio muybuena impresión, era un poco chulillo, pero espero que solo sea la primera impresión.En la casa seriamos Kruffy, Archie, Ruby, Jopa, Borja, Plex, Adri y nosotras porquePeacky, el cual es el que no me ha caído muy bien, era el vecino.

Al cabo de un rato que estuvimos hablando para conocer a los integrantes restantes,ya eran las nueve de la noche. Antes, Dani, nos había dicho que después iríamos acenar por el centro para despedirnos de los chicos de la casa que no venían.Quedamos a las diez en el salón para marcharnos todos hacia el centro. Creo quereservaron en un restaurante de comida japonés, que nos gustaba a todos, más omenos.

Yo acababa de salir de la ducha. Mientras, Luna, ya se estaba arreglando y yo no tardeen unirme a ella.

—Que me pongo.— Le digo a Luna mostrándole un vestido azul marino con perlitas oun top negro sin mangas con unos shorts azules.

Ella me señala el top con el short porque ella quería ponerse algo parecido y, así,iríamos a conjunto. Era algo formal, pero tampoco mucho, no queríamos ser lasdiferentes la verdad.

Llegamos al salón, un poco tarde de lo que nos pidieron, pero solo vemos a Jopasentado a un lado del sofá con el móvil ya preparado.

—¿Por qué no hay nadie si ya son y cinco?

—Me lo he pensado.— Dijo mientras se levantaba y reía un poco.-Plex se ha olvidadode deciros que para nosotros las diez son las diez y media. Y como he pensado que nolo sabíais, he venido antes.

—Todo un detalle Jopa— Hablo mi amiga, nos hemos llevado muy bien con el chico, esmuy gracioso y me parece un buen chico

Nos quedamos hablando un rato de la vida. Hasta que miramos la hora. Las diez y 45minutos. Jopa dice que puede que se hayan retrasado un poco. No pasa ni un minutocuando comienza a sonar un teléfono. Es el de Jopa. Y lo está llamando Plex.

—COMO QUE ESTÁIS EN EL CENTRO YA?!-Jopa exclama.

Nosotras nos congelamos. ¿Cómo puede ser? ¿Si no hemos oído nada?

Mientras estamos recogiendo nuestras cosas, Jopa está acabando de hablar con Plex yen unos segundos cuelga para poder llamar a un taxi. Estábamos saliendo de casacuando nos salen unos chicos de la derecha asustándonos, haciendo que Jopa chillasey nosotras pegamos un salto. Estábamos tan alterados por llegar que no nos habíamosdado cuenta de que en realidad estaban fuera de casa para gastarnos una broma. Nilos habíamos oído salir. Estábamos tan cómodos hablando de nuestras cosas. Laverdad que no me extrañaba nada.

—Te juro que no os hemos escuchado.— Digo yo a Adri mientras andamos hasta el taxique nos llevara al restaurante.

—Pero como puede ser que no nos hayáis escuchado, si casi me caigo por las escalerasy nos estábamos riendo muchísimo. —

Nos reímos a carcajadas. Adri es con el que he cogido más confianza, tengo lasensación que nos llevaremos muy bien. Pero todos me han parecido muy buenagente. Veo como Luna está con Dani hablando detrás de nosotros, los dos están riendoy miro a Adri el cual también se ha girado y me ha mirado al ver el panorama. Pero nodecimos nada, nos miramos y solo nos reímos.

Después de cenar, hacemos una larga sobremesa para acabar de conocernos,charlando de nuestra vida, haciendo chistes, también hablamos de algunos destinos enlos cuales estaremos, aunque solo sabemos los 3 primeros.

Nos han dicho que mañana nos vamos a Tanzania. La verdad que me hace muchailusión, me encantan los animales y creo que me gustará mucho. Pero no meentusiasman ni un pelo las arañas y, buscando por internet, he visto algunas de muygrandes allí.