---> Después de una masacre en su familia, con 16 años, Aiko decide escapar de casa, pero queda inconsciente a mitad del bosque para que cuándo despierte, se encuentre en una dimensión totalmente distinta. Al pasar el tiempo, ella conoce a muchas pe...
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Narrador//: Omnisciente
El silencio reinaba en la habitación al igual que la tensión en tu caso. La chica de coletas parecía pensativa ante su respuesta, cosa que ponía cada vez más impaciente a la albina.
—Bueno... —Habló la de coletas al fin.— Fue el pilar del agua.-
La chica de ojos azules frunció el ceño levemente intentando recordar más de lo debido, pero simplemente sonreiste más gentilmente. Aoi pareció que recordó algo, pero antes de que hablara, el sonido de un estruendoso cuervo se hizo presente en aquella habitación.
—¡CAWWW! ¡Hay heridos recién llegados! ¡Ir urgente a verlos! ¡CAWWW! —Habló el cuervo.—
El cuervo habló con una voz áspera y estruendosa, que resonó en tus oídos como un trueno. Te estremeciste, sintiendo un escalofrío que le recorrió la espalda y le tensó los músculos. ¿Qué era aquello? ¿Un cuervo que hablaba? ¿Cómo podía ser eso posible? Tu mente se llenó de preguntas sin respuesta, llenas de confusión.
Buscaste con la mirada a Aoi, tu único apoyo en aquel lugar extraño. Pero ella ya estaba a punto de retirarse de la habitación, con una expresión de disculpa en el rostro. Aoi se disculpó y se despidió sin antes decirte que había ropa para ti colgada atrás de la puerta, para finalmente salir de la habitación, cerrando la puerta atrás de sí.
Finalmente, te quedaste sola frente al cuervo que la miraba con sus ojos negros y brillantes. El silencio se hizo pesado, sentiste que el cuervo te juzgaba y te desafiaba de una manera un tanto... Especial. Suspiraste y observaste al cuervo, agarraste con desconfianza un libro y te pusiste en posición de defensa.
—¿Qué demonios eres? ¿Por qué hablas? —Preguntaste con los ojos entrecerrados dirigiendo tus ojos al cuervo quién se encontraba burlándose de ella con la mirada.—
—Soy tu peor pesadilla ¡CAWWW, CAWWW! — juraste ver un brillo alrededor del cuervo, pero lo único que consiguió el cuervo, fue una mirada irónica de parte de ti.—
—Muy bien... ¿Qué necesitas? —Respondiste algo confundida soltando el libro con una pizca de desconfianza.—
-¡El gran Oyakata-Sama desea su presencia en este instante! ¡Necesito que venga conmigo, CAWWW, CAWWW! —Habló el molesto cuervo con un aire de superioridad. Sinceramente, estabas harta de tantos comportamientos infantiles hasta ahora.—
La desconfianza es uno de los sentimientos que más se agrandaba en ti en este extraño universo alternativo, y pensando de manera clara, este cuervo te hacía estremecer de desconfianza. Moviste tu cabeza diciendo que no querías ir, a lo que el cuervo se alteró y se dirigió a ti. En un rápido movimiento, agarraste el libro y le pegaste en el rostro, haciendo que el cuervo caiga al piso.
