La vida de una mulita

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En este sereno entorno, conocemos a Molly, una joven mulita juguetona y curiosa que vive en el gran y aventuroso bosque de Brightwood. Molly se despierta en una acogedora madriguera excavada en un montículo cubierto de musgo. A medida que el sol se eleva en el cielo, sale de su madriguera para explorar el mundo que la rodea. A lo largo del día, se embarca en pequeñas aventuras en el bosque, saltando de un tronco caído a otro, jugando a esconderse entre los matorrales y descubriendo nuevas plantas y flores.

Mientras juega y explora, divisa a lo lejos a otra mulita macho con un caparazon marrón y blanco. Queda flechada inmediatamente al verlo y decide acercarse para investigar. A medida que se acerca, nota que su caparazón tiene una gran cruz, su corazón late más rápido y su curiosidad se convierte en fascinación. El macho es elegante y juguetón, saltando entre los arrbustos con agilidad. Molly queda prendada de su encanto.

Ella se acerca tímidamente, con movimientos juguetones y sonidos suaves. El macho responde de manera amigable y se presentó mostrando signos de interés mutuo. Su nombre es Anaclaro.

Molly y el macho (Anaclaro) empiezan a jugar juntos, saltando, corriendo y explorando alegremente por el bosque. Descubren nuevos lugares y comparten momentos de diversión mientras se conocen. Entre risas y carreras, comparten una comida de bayas y frutos encontrados en el bosque. Molly, encantada con la presencia del macho, se siente feliz y emocionada por esta conexión, sin embargo, a medida que el sol comienza a ocultarse en el horizonte, ambos se despiden con gestos amistosos. Ella regresa a su madriguera, caminando con una sonrisa en el rostro, enamorada de la experiencia vivida. El paisaje a su alrededor se tiñe de tonos cálidos y suaves mientras ella se sumerge en sus pensamientos, recordando cada momento compartido con el macho el cual le hacía latir su pequeño corazón.

Al llegar a su madriguera, se acurruca junto a su familia, sintiéndose segura y en paz en su hogar. La emoción del encuentro con el macho aún palpita en su pecho, mientras se sumerge en un sueño tranquilo, rodeada del amor de su familia. El bosque y el cerro se sumerge en la oscuridad de la estrellada noche, pero Molly se siente plena y feliz, sabiendo que el día de hoy ha sido especial.

Después de haber experimentado numerosas salidas y vivido muchas aventuras juntos (en total, 23 encuentros), hoy se disponen a tener otra cita juntos, aunque en esta ocasión será distinta.

Al amanecer, los primeros rayos de sol filtran suavemente entre las ramas de los árboles, iluminando el bosque con una luz cálida y dorada. Molly se despierta en su madriguera, llena de una alegría renovada y una sensación de amor que perdura desde haber estado con Anaclaro.

Con una sonrisa juguetona, ella se acerca a el, quien la espera afuera de la madriguera con una sorpresa. Juntos, emprenden un paseo por los senderos del bosque, explorando nuevos lugares y compartiendo risas y conversaciones. Se detienen junto a un arroyo cristalino, donde Anaclaro le regala a Molly unas pequeñas hierbas y flores, un gesto de amor y compromiso. La mulita se conmueve por el regalo y lo acepta con gratitud, sintiendo la profundidad de los sentimientos que comparten. En respuesta, lo empuja levemente como gesto de ternura. La pareja se sumerge en el frescor del arroyo, jugando con el agua y compartiendo momentos de complicidad. Anaclaro, con ternura y afecto, expresa su deseo de construir un futuro juntos, lleno de amor y felicidad.

Ella, emocionada y llena de esperanza, comparte su visión de un futuro donde su amor sigue floreciendo y se enriquezca con cada día que pasan juntos. La mañana transcurre en una atmósfera de complicidad y amor, fortaleciendo aún más la relación entre los dos tatús.

Al regresar a su madriguera, Molly se dirige a acurrucarse con su familia, llevando consigo el recuerdo de una mañana especial llena de amor, pero, Anaclaro la llama antes de que se vaya. Ella va rápida hacia él y los dos se quedan mirandose. Anaclaro da un paso al frente y le da un beso, a lo cual Molly le responde con otro. Los dos sonrojados se alejan y el bosque se duerme lentamente, pero en el corazón de Molly, la chispa del amor brilla más fuerte, iluminando la certeza de un futuro prometedor con él.

Molly, Whispers of the GroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora