Capítulo 6

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Trabajar era lo único que podía hacer para no pensar, no quería pensar en el albino, no quería pensar en esos sentimientos que crecían cada vez más y más en su corazón, sentimientos los cuales le lastimaban.

—Akutagawa, has estado trabajando sin descanso alguno desde que llegaste, necesitas descansar un poco —le decía el de cabellos naranjas, se notaba la preocupación en su rostro.

—Estoy bien, Chuuya-san… no necesito un descanso —obvio que lo necesitaba, no dormía ni comía bien, se la pasaba trabajando y su cabeza estaba al mil por hora, claro que necesita un descanso.

—Akutagawa… —susurro Chuuya en un aviso —si no descansas al menos diez minutos tendré que decirle a Gin —amenazó.

El azabache lo vio de manera rápida —Chuuya-san… —dijo, pero después suspiró —bien, descansaré —dijo levantándose de su escritorio.

Chuuya sonrió ante eso, dejando una taza de té en frente suyo —ten, bebe un poco —le dijo sentándose al lado suyo en esos sillones que habían.

El azabache lo aceptó, agradeció y bebió un poco. Era algo relajante eso, pero en su relajamiento sus pensamientos se volvían intrusos.

—Akutagawa, sobre la otra vez… —intentó decir el mayor.

—Chuuya-san, usted dijo que no iba a preguntar sobre… eso —dijo en un tono más bajo el menor.

—Si, ya se. Pero me preocupas… no quiero que te vuelva a pasar algo como eso, o al menos no si estás solo —dijo intentando convencerlo.

El azabache lo miró por un rato, sabía que podía confiar en él, pero aún así sentía miedo de lo que podría pasar.

—Yo… —empezó, captando toda la atención del mayor —tengo ansiedad… desde hace tiempo lo sé. Gracias a eso hay veces en las que me dan ataques como… los de esa vez —explicó con la mirada en su té.

El contrario lo escuchaba atento, su preocupación aumentó al escuchar eso.

—y… ¿no estás tomando algo?, no se como funcionan esas cosas la verdad… —le decía algo apenado.

—Si, tomo unos antidepresivos y calmantes, pero esa vez aún no era hora de que los tomará y pues… sucedió —le explicó.

—ya veo… —fue lo único que dijo. Ahora sabía todas esas cosas del azabache, y de algo estaba seguro, no dejaría que al menor le volviera a suceder algo como eso.

Los días pasaron, tanto el azabache como el albino se estabilizaban de sus sentimientos, aún los invadían sus pensamientos, pero no tanto como anteriormente.

Un día al azabache se le asignó una misión. Una banda ajena a la mafia se estableció en uno de los almacenes de la mafia, Akutagawa tenía que sacarlos y hacer que no vuelvan a pisar los territorios de la mafia.

—"son muy molestos estos tipos" —pensaba enojado dirigiéndose al lugar, era de madrugada, pero pronto amanecería y tenía que terminar el trabajo antes de que el sol saliera por completo.

Al llegar al lugar hizo el mayor silencio posible, tenía que verificar cuantos habían dentro. Al ver dentro los localizó, eran diez personas.

—"bueno, que sea rápido" —pensó para buscar como entrar.

—¡ja!, esos estúpidos no se han dado cuenta de que les robamos este almacén —decía uno de los tipos riendo.

—¡Qué mafia ni que nada, no lograrán sacarnos de aquí, el jefe los detendrá! —decía otro entre risas.

Aquello que sentíamos || SSKK/Angst || ReescribiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora